Un hombre transcurre 25 años en una gruta y la transforma en un entorno mágico lleno de decoraciones
Confucio ha dicho "has aquello que amas y no trabajaras un solo día en tu vida". Esta máxima del filosofo chino se aplica a todos aquellos que han tenido la suerte o el coraje de dedicar la existencia a la propia pasión. Una condición de gracia que lleva casi a no advertir el cansancio y que transforma un oficio en verdadero y propio acto de amor. Esta es la prueba viviente Ra Paulette, que desde hace mas de 25 años transforma la gruta en Nuevo México en obra de arte.
El hombre ha elegido de transcurrir casi tres décadas solo en el sudoeste de América del Norte, en uno de los estados famosos para albergar la cadena de las Montañas Rocosas.
A hacerle compañia es solo su perro, mientras él pasa todo su tiempo escondido en el vientre de la tierra a esculpir las paredes de piedra, haciéndolas convertir obras de arte de inimaginables bellezas.
Miguel Angel afirmaba que cada bloque de granito esconde ya en sí una estatua, el hombre se limita solo a eliminar lo superficial para hacerla venir a la luz. En este caso es como si Ra Paulette hiciera la misma cosa pero reveando la verdadera alma de la piedra en el interior.
A mirar el resultado parece increible que haya sido realizado de una sola persona, incluso él no se avala de ninguna maquinaria, solo instrumentos manuales como picos de hielo y cinceles.
Ra Paulette es la manifestación humana de la gota que escava la roca, con paciencia inagotable y sobre todo con un amor que va más allá de cualquier sentido del deber.
El anciano, ahora de 70 años, no ha estudiado ni ingeniería ni arquitectura, lo que ha hecho y sigue haciendo es el resultado de un talento innato afinado y perfeccionado a lo largo del tiempo como persona autodidacta.
Entrar en aquella gruta es como cumplir un viaje en un mundo mágico, donde desde cada ángulo y superficie han sido obtenidas formas, líneas y geometrías que llaman la atención y te dejan sin palabras.
Más de 20 millones de personas han visto las fantásticas imágenes en la web, y muchas han tenido la alegría de visitar su trabajo, sintiéndose como protagonistas de un cuento de hadas. Durante su actividad, Ra Paulette ha decorado más de una docena de cuevas y tiene la intención de continuar hasta que tenga suficiente energía para hacerlo.
¡Pocas personas en el mundo pueden decir que realmente hacen lo que aman o dejan un rastro eterno de su pasaje, Ra es el ejemplo vivo de aquellos que lograron hacer ambas cosas!