"Aunque si no estás más entre nosotros, tus nietos sabrán quien eras" , carta de una hija a la madre que volaba al cielo
En el modelo de familia ideal los padres deberían vivir el tiempo necesario para ver nacer y crecer los propios nietos, incluso las cosas no van siempre así. A veces las personas desaparecen demasiado temprano y no logran disfrutar aquella inmensa alegría de ver a los propios hijos comenzar un nuevo ciclo de la vida, convirtiéndose a su vez en padres y madres. Esta carta esta escrita por una mujer, a la abuela que sus niños no han tenido tiempo de conocer.
"Me faltas mamá, quisiera tanto que estuvieras aquí, pero aunque se que mis hijos no te han encontrad te prometo que te conoceran, porque tu eres todavía su abuela. Habrías adorado verlos apenas nacido, hacerles el baño, verlos comenzar a caminar, tenerlos de la mano paseando por el paque. Yo te habré atormentado con llamadas telefónicas incluso en medio de la noche sin saber qué hacer con la fiebre o cuando no dejan de llorar. Siempre tendrías la solución y podrías tranquilizarme cada vez. Tus nietos habrían inventado nombres divertidos para ti cuando comenzaron a hablar, haciéndote reír con el corazón.
Habrías preparado para ellos tus platos y dulces deliciosos, y habremos estado todos juntos durante las fiestas. Hay tantas cosas que me habrían gustado hacer contigo cuando imaginaba a mi familia completa y feliz, contigo en medio nuestro. Pero haré lo mejor de mí para que tu estés igualmente y que mis niños conozcan todo de ti. Quiero que sepan que su abuela era una mujer extraordinaria, la persona que me ha enseñado aquello que sé, que me ha educado y hecha para ser esta que soy, su mamá. Deseo compartir con mis hijos cada recuerdo que tengo de tí hasta que sean también de ellos.
Para tus nietos no serás solo una foto en un portarretrato, tendrás una voz, un perfume, sabran que sonido tenía tu risa y el verdadero color de tus ojos a la luz del sol. Sentiran tu abrazo en el mío, los educaré con los mismos valores que me diste, y les mostraré qué estrella eres ahora para que puedan hablar contigo todas las noches y saber dónde vive su ángel guardián.
Tu estas todavía aquí, no te ha ido, te veo en los rasgos de mis niños, en sus gestos en su caracter. Me haces tanta falta mamá en un momento tan particular de la vida, pero no tengo rencor ni tristeza, se que nos ves y velas por todos nosotros. Me haces visita en los sueños incluso por poco, pero antes de irte pasa a dar una caricia a tus nietos, asi en el fondo no nos habremos jamás separado.
Con amor, tu hija"
Un corazón de madre no se apaga jamás pero se hereda de madre a hija, incluso las enseñanzas de vida vienen transmitidas en los años por venir. Porque las abuelas lo querrán así.
