Hermano y hermana escriben una necrología para la mamá que los abandonó desde pequeños: "el mundo será mejor sin ella"
"El mundo es un lugar mejor sin ella". A primera vista, no parecía propio la frase más apta de escribir en una necrología, aunque si este ha sido el tratamiento reservado de los hijos por la desaparición de la madre de ochenta años Kathleen.
No es una broma, sino pura realidad. Para comprender las razones de tal hastío, se necesita hacer un paso atrás. Estamos en 1962, cuando Kathleen, luego de haberse casado cinco años antes con Dennis, queda embarazada del hermano de su marido Lyle, y decide de mudarse a California abandonando los dos hijos tenidos del primer matrimonio. Así, después de la desaparición de la mujer, estos últimos han querido "tener la última palabra", aclarando con una necrológica sus "sentimientos" hacia la madre.
"Kathleen Dehmlow (Schunk) nace el 19 de marzo de 1938 de Joseph y Gertrude Schunk de Wabasso. Se caso con Dennis Dehmlow en 1957 y tiene dos hijos, Gina y Jay.
En 1962 queda embarazada del hermano de su marido Lyle Dehmlow y decide de transferirse en California. Abandono a sus dos hijos, Gina y Jay, que crecieron con sus abuelos.
Falleció el 31 de mayo de 2018 en Springfield y ahora deberá afrontar el juicio. Gina y Jay no sentirán su ausencia, porque saben que sin ella el mundo es seguramente un lugar mejor".
Hermano y hermana, entrevistados sucesivamente, han aclarado los motivos del gesto. En los años siguientes de su abandono, no han recibido gestos de afecto o reconocimiento de parte de la madre. Una vez, de hecho, ella se presentó en su casa y pasó el tiempo mostrando a sus padres la foto de su nueva familia que transcurria momento felices, ignorando totalmente los dos niños que se encontraban allí al lado.
Las reacciones a una necrológica del género no han faltado, incluso de parte de otros parientes de Kathleen. Estos han buscado de aclarar que se trataba de hechos ocurridos hacía muchos años atras y que todos, en la vida, pueden cometer errores, enfatizando que la mujer estaba arrepentida del trato reservado a los hijos.
Justificaciones que, incluso, Gina y Jay no han tomado en consideración: por culpa de la elección de la madre, habían quedado marcados por una vida entera, y ningún arrepentimiento tardío habría podido compensar de todos aquellos años transcurridos en la indiferencia y en la sombra. Querían tener "la última palabra" y esperamos de verdad que este gesto simbólico pueda ser para ellos un alivio.
Que cosa piensan, han hecho bien a tomar esta última venganza o deberían haber demostrado un poco de clemencia?