Las mujeres son avisadas: no ver a las amigas hace mal a la salud!
El matrimonio y la maternidad para una mujer no son el final de la vida social, no pueden, no deben serlo. En baile no está solo el riesgo de caer en el aburrimiento de la rutina, en la frustración de una cotidianeidad insatisfecha sino de hecho la salud psicofísica. Lo confirma un estudio desarrollado de la Universidad de Oxford que subraya la importancia de mantener los contactos con los propios amigos más allá de las paredes domèsticas, además de los roles de mujer y de madre.
Según esta investigación es aconsejable si no de hecho necesario salir al menos un par de veces a la semana para despejarse junto a los amigos y amigas para conservar con el tiempo el bienestar físico y mental. Divertirse no es un aspecto inútil y despreciable sino que contribuye a aliviar el estrès y esencialmente a mantener un buen equilibrio y recargar las baterias.
El buen humor conduce a un estado de ánimo más relajado con beneficios para la esfera emocional, para el sistema inmunitario y en general para el entero organismo. Las mujeres que logran a aliviar la presión de los deberes caseros desarrollan menos enfermedades o igualmente sanan más rápidamente. Como si no bastara todo aquello se traduce en mayor serenidad en las relaciones en casa con ventajas para toda la familia.
Encontrar tiempo y espacio para si mismo quiere decir ganar armonía para todos, alejando el riesgo de ansia, depresión u otro gènero de trastornos que se desarrollan o empeoran descuidando las propias exigencias. Quizás no será tan fácil organizarse, pero como siempre "querer es poder": basta una noche o dos en el arco de la agenda semanal para volver a casa como nuevos!
No obstante los hijos y el marido, a pesar de la profesión, los compromisos o la madurez, no es necesario tener que despedirnos de nuestras compañías, ni tampoco las cenas de la semana fuera de casa. La familia debe tener una nueva dimensión de la felicidad,que se agrega a la antigua, no es necesario cancelarla por completo.
Cada mujer conserva dentro de sí misma una parte de la chica que era, que pasó horas con sus amigas charlando y riendo, olvidando todo lo demás y saboreando las pequeñas cosas. Si las responsabilidades aumentan y el deber aumenta antes que el placer, también debe haber eso: el premio será una familia feliz y una existencia sin remordimientos ... ¡no es poco!