Preparar cada mañana a los niños para la escuela equivale a un día más de trabajo
Ser padres no es un oficio, es cierto, pero es innegable que a veces manejar los propios hijos puede ser cansador. Especialmente a la mañana muy temprano, prepararse para ir a la escuela parece ser una tarea decir poco extenuante. Por este motivo, las mañanas transcurridas preparando mochilas, desayunos y recurrir a los propios hijos rogándoles de lavarse los dientes y de ponerse los zapatos, corresponden a un verdadero y propio día de trabajo extra.
Cuando nos despertamos muy temprano a la mañana y comenzamos de inmediato a prepararnos para afrontar el día, aquellas dos horas transcurridas entre el hacer el desayuno y supervisar a los hijos hasta que lleguen a horario a la escuela, nos parecen en realidad muchas más. Te habrá ocurrido seguramente tambièn a ti.
En los Estados Unidos, una conocida marca de cereales ha realizado una encuesta de como los padres viven estas intensas mañanas. El desafío más grande es seguramente aquel de convencer a los propios hijos de ir a la escuela y de prepararlos sin hacer tarde. Estas mañanas continúan, en general, entre continuos pedidos de parte de los padres que ruegan repetidamente a los hijos de peinarse, lavarse los dientes, atarse los zapatos...
De la encuesta surgió que el 43% de las mujeres está obligada a maquillarse en el auto mientras va al trabajo, mientras el 53% de los hombres confirma de hecho de afeitarse en el auto. Seguramente no será difícil para todos identificarse en situaciones del gènero: ni siquiera preparar todo lo necesario la noche antes parece resolver un gran que.
Si no queremos arruinarnos la salud y reducir siempre al último minuto, debemos aprender a dividirnos las tareas con la pareja y enseñar a nuestros hijos a ser más responsables hacia las cosas que les conciernen, como por ejemplo hacer las tareas de casa, poner en su lugar los zapatos o preparar la mochila de la escuela cada día. En definitiva, demos a nuestros hijos pequeñas responsabilidades...sabrán seguramente asombrarnos!
