Esta valiente mujer ha salvado más de 800 esposas niñas y las ha enviado a la escuela
Son tomadas de sus familias mucho antes que cumplan 18 años, iniciadas en la práctica conyudal, dadas como mujer a hombres mucho más grandes y obligadas a traer al mundo niños.
Así podremos resumir sintéticamente el horrible fenómeno de "niñas esposas". Sería incluso demasiado reductivo etiquetarlas en este modo, visto las innumerables humillaciones y sufrimientos a la cual casi 37 mil menores cada año en el mundo debe someterse.
Pobreza, ignorancia, legados de costumbres antiguas, sociedad centrada sobre figuras machistas. Las causas puedes ser disparatadas, pero el horror es siempre el mismo. Las niñas víctimas de esta práctica vienen literalmente privadas de su infancia. Un rayo de esperanza contra la propagación de esta práctica, sin embargo, se ha encendido recientemente en Malawi, gracias a una mujer de verdad heroica.
Se llama Theresa Kachindamoto, y es la jefa del Distrito de Dedza, en el sud del País. Malawi es uno de los estados más pobres en el mundo y según las estadísticas, son más de la mitad de las jovencitas que se casan antes de haber cumplido los 18 años.
Si bien la práctica del matrimonio infantil haya sido ilegalizado desde 2015, no se detienen los casos de niñas que, a partir de 7 años en adelante, sean vendidas por familias a cambio de dinero. Los "compradores" se ocupan de su educación en verdaderos y propios "campos" apropiados y de matrimonios posteriores.
A la luz de todos estos horrores, Theresa, una vez convertida en jefe supremo por descendencia, ha decidido de intervenir en manera drástica.
La mujer malawiana, asi ha comenzado a gobernar su gente (mas de 900 mil personas) con la firme convicción que no habría nunca más representado usos y tradiciones como aquella de las esposas niñas.
Así han sido más de 850 los matrimonios infantiles anulados por Theresa Kachindamoto. Todas las jovencitas transformadas en mujeres y madres antes de tiempo han sido enviadas a la escuela, con contribuciones a las familias que no pueden permitirse de mantenerlas.
Posiciones duras y firmes, aquellas adoptadas por Theresa contra la horrible práctica de las esposas niñas. La mujer ha querido demostrar cuanto hablaba en serio sobre despedir a todos los hombres en posiciones de liderazgo por debajo de ella que no respetaban sus prohibiciones.
Al mismo tiempo, para estar siempre segura que sus nuevas reglas fueran respetadas, ha "infiltrado" padres secretos en las tribus y en las escuelas, para verificar que ninguna niña fuera privada de la instrucción.
Protesta de padres, de jefes locales e incluso amenazas no han detenido la determinación de Theresa a salvar a las jóvenes esposas y madres.
Solidariedade Mulher RN/Facebook
Esta mujer heroica ha logrado cambiar las leyes y no tiene ninguna intención de detenerse frente a costumbres que, si bien son parte de las tradiciones populares, son absolutamente de abolir y condenar.
Cierto, el ejemplo de Kahindamoto es solo una gota de positividad en un mar todavía demasiado amplio de esposas y madres niñas. No hay duda de que el coraje y la determinación de figuras como esta, dan esperanzas fuertes y nuevas a la lucha para abolir esta practica terrible.
