Los niños crecen más felices con los abuelos a su lado
Tener los abuelos cerca es desde siempre una gran riqueza. Hoy más que nunca, ya sea para los niños que para los padres, los abuelos son preciosos porque, más allá de la afectividad que transmiten, representan una gran ayuda en el manejo cotidiano de los propios hijos.
Un estudio confirma exactamente que los niños que tienen la suerte de tener los abuelos cerca crecen más serenos y felices.
Los abuelos están presentes cariñosamente y además delegan a menudo a los padres la mera parte educativa ocupándose de la parte lúdica, de los juegos, de los "vicios" que los niños logran amorosamente a extorsionarlos.
Quién ha crecido con los abuelos, efectivamente, tiene todavía en los ojos los perfumes y los recuerdos de aquel tiempo. El gusto del domingo y la leche de la noche, las vacaciones en lo de los abuelos y el dinero para el helado.
Los abuelos representan las raices de la famila, aquella parte que te acompañará siempre a lo largo del tiempo y de la vida.
El profesor Buchanan de la Universidad de Oxford, luego de haber estudiado los casos de casi 1600 niños entre los 11 y 16 años, afirma que crecer con los abuelos al lado otorga una seguridad mayor respecto a los niños que crecen solo con los padres.
Los abuelos logran transmitir a los nietos una gran seguridad emocional y tienen un impacto positivo sobre todos los aspectos de su vida.
Se piensa en su importancia incluso en presencia de divorcios o conflictos. A menudo en estas situaciones los abuelos son aquellos que más sirven como apoyo y refugio para los nietos: una almohada sobre la cual poderse siempre apoyar y reposar, al reparo de todo.
Los abuelos son determinantes para la serenidad de nietos y padres, con la cual alivian mucho más las preocupaciones del ser padres que quizás trabajando full-time, entonces prefieren confiar a los propios niños a su cuidado mas que a personas extrañas. Una ayuda concreta basada sobre atenciones ricas de afecto sincero.
Una cosa es cierta, tener los abuelos cerca hace bien a los niños, de seguro, también a mamá y papá.
Y seguramente los abuelos no pueden pedir nada mejor que transcurrir el tiempo con sus nietos!
