3 acciones de padres que terminan por destruir la autoestima de los hijos
No existen manuales o reglas universales que nos enseñen a convertirnos en buenos padres. Sin embargo hay destrezas que estaría bien seguir para hacer en modo de criar personas autónomas y sobre todo, con una buena dosis de autoestima. La autoestima es fundamental para conducir una vida serena y feliz y no debemos jamás olvidar que está fuertemente ligada a los primeros años de vida de los niños. De hecho, justo desde niños formamos aquella valija de conocimientos, construimos aquellas bases que nos acompañarán toda la vida. Es la autoestima, uo de los pilares fundamentales para el crecimiento emocional y social.
via cnbc.com
Ser padres es una experiencia única y maravillosa pero muy a menudo se arriesga de entrar en "errores" que podrían comprometer la autoestima de los hijos. A menudo se tiende a hacer las cosas en el lugar de los hijos pensando de ayudarlos, pero de hecho no es una ayuda para los niños tener alguno que haga siempre las cosas en su lugar. Sin embargo, los niños, en base a su edad, pueden hacer autónomamente tantas cosas, desde lavarse los dientes a ponerse el pijama, atarse los cordones de los zapatos y ordenar los juguetes.
Si todas las veces que ellos intentan alguna cosa intervenimos porque "así no se hace" o porque "solo no puedes", vamos a dañar su autoestima y no menos también las ganas de aprender. Se necesita esforzarse en dejarlos hacer solos, aunque si al principio no se tenga buenos resultados, tambien se debería poner tiempo y esfuerzo, en modo tal que entiendan también que con tiempo y dedicación pagan el compromiso.
Muchas veces no permitiéndoles de cometer errores frenamos su crecimiento y en consecuencia la autoestima se resiente. Justo del error es posible recuperar y entender que cosa no ha funcionado bien para poder hacerlo mejor a la vuelta siguiente. Otras veces se pretende que ellos piensen como los adultos pero esto no solo no es posible, es incluso insensato. Un niño tiene necesidad de tiempo para formar su pensamiento, para mirar el mundo con sus ojos de niño
Son etapas de a vida fundamentales que no vuelven jamás por eso el adulto debería "empatizar" con el pensamiento del niño y hacer en modo que él mismo, lentamente, esté en grado de crear un sistema de valores. La autoestima pasa de la independencia a la confianza que infundimos al niño ("lo lograrás, vuelve a intentarlo...") y pasa de hacer en modo que crezcan sabiendo que el fracaso es parte del juego pero que empeño y dedicación dan sus frutos siempre.
