Hacer cosquillas a los niños puede ser potencialmente peligroso: la ciencia explica el porqué
Cualquiera, de niños, lo ha sufrido o lo ha hecho a otros para bromear. Son las "temibles" cosquillas, la práctica que provoca reacciones involuntarias y repentinas, risas pero que dan fastidio, si está hecho contra la propia voluntad. La cosquilla es una reacción fisiológica, sensitiva y táctil absolutamente normal en los hombres. ¿Cuántas veces nos hemos divertido burlándonos o simplemente hacer reír "obligado" a amigos o familiares con unos pocos toques en el punto justo? Seguramente les habrá ocurrido a muchos, pero atención, porqué hacer cosquillas no es siempre y solo sinónimo de diversión. Veamos porqué la ciencia ha puesto en guardia sobre posibles riesgos derivados de esta práctica.
Un estudio realizado por la Universidad de California se detuvo, en particular, sobre la relación entre cosquilleo y risas, así como los efectos de esta practica sobre los niños. Mimos, momentos divertidos y despreocupados a menudo ven a muchos padres y parientes bromear con los bebés para hacerlos reír haciéndoles un poco de cosquillas. Sin embargo el problema, es que los científicos han verificado que de las cosquillas no se obtiene una verdadera y buena felicidad, sino solo "una ilusión" exterior de ella.
Cuando un niño recibe cosquillas, pierde el control y lucha, literalmente, para recuperarlo. Este malestar puede crear una situación psicológica desagradable, llevando a la mente recuerdos tristes y de rabia.
Otras investigaciones se han focalizado luego justo sobre la vulnerabilidad de quién sufre el cosquilleo. Esta característica implica que el "cosquillador" sepa que el otro, en aquel momento, tiene menor control de sus emociones y reacciones pudiendo entonces ser utilizada, según los científicos, como forma de dominio.
Las risas y los movimientos incontrolables, después, no son las únicas reacciones que el cosquilleo puede provocar. Se puede llegar, en casos muy extremos, a perder el conocimiento, nauseas e insuficiencia respiratoria, esta última debido a la dificultad de retomar aliento.
Además del estado de frustración mental, por consiguiente, el cosquilleo puede provocar otras situaciones de naturaleza física. Obviamente, la investigación científica sobre el tema y aquello que estamos afirmando no deben considerarse como prohibiciones absolutas o campañas contra las cosquillas.
Los problemas pueden simplemente surgir en el momento en que esta práctica se vuelve obsesiva, porque es divertido hasta un cierto punto. Si se prolonga en el tiempo y se usa como norma para jugar con los niños, se arriesga de crear situaciones de desafío emocional, malestar y - en los peores casos- dificultades físicas. Los modos para encontrar complicidad son muchos: ¡ no nos aprovechemos de las cosquillas!
Fuentes:
- http://charris.ucsd.edu/articles/Harris_AS1999.pdf
- https://www.nytimes.com/1997/06/03/science/anatomy-of-a-tickle-is-serious-business-at-the-research-lab.html
- https://www.sagepub.com/hi/cam/sibling-abuse/book6504