Cerrar con el pasado es posible: aquí las reglas de los 3 presentes
¿Les ha ocurrido de sentirse víctimas de situaciones, personas o costumbres que habían ya vivido, estando mal, pero donde - por un motivo u otro - volvieron a caer? No lo escondamos: a veces somos nosotros mismos los artífices de condiciones negativas en donde recaemos cíclicamente, no obstante quizás hubiéramos jurado de no hacerlo más. Es como una trampa, es un loop de decisiones y costumbres dañinas ya sea por nuestra salud psíquica que física. Situaciones y personas que nos hacen mal, pero pueden ser evitadas, aprendiendo a aceptar y a recibir los cambios sin miedo de lo desconocido. Parece descontado, seguro, pero es un problema que aflige mucho a las personas y que demasiado a menudo causa inmovilidad. ¿Cómo resolverlo entonces? Puede venirnos en ayuda la regla de los 3 presentes, o sea una división en 3 momentos del cambio, útil para regenerarnos y a cerrar los ciclos de manera provechosa. Veamos cuales son estas fases.
1. El luto: mirar el pasado desde el presente
Como sucede cuando perdemos un ser querido, nos detenemos a reflexionar sobre que cosa nos ha dado y quitado una experiencia que hemos vivido, pero no concluida todavía .
Examinando con honestidad como esta situación nos ha reducido, podremos rastrear una a una las negatividades transcurridas, para luego darnos la posibilidad de tratar aquello que nos ha hecho estar mal exactamente como en un luto o sea una cosa de elaborar para luego proyectarnos al futuro sin ella.
2. La espera: vivir el presente actual
Una vez "elaborado" el luto en todas sus facetas, será el tiempo de equilibrio. Así en el presente, una vez que nos hemos liberados del pasado y de todo aquello que nos ha herido, será hora de evaluar con conocimiento de causa que cosa tenemos adentro, que somos y que cosa ha generado en uno los problemas transcurridos.
Nuestras elecciones pueden haber sido detectadas desde los problemas presentes "a priori" dentro de nosotros: comprender cuales son e ir a analizarlos es fundamental para superarlos o cuanto menos, buscar de resolverlos.
3. El renacimiento: proyectados hacia el futuro
Después de tanto cansancio, reflexiones, análisis y elaboraciones, será el momento de hacer tomar vida a nuestro futuro. Esto significa literalmente renacer y comenzar a cumplir nuevas acciones, elecciones y conocimiento en el mundo externo, concientes y enriquecidos del camino que hemos atravesado.
Nuestra dificultad en cerrar los ciclos esta ligado muchas veces a nuestro ser proyectados o demasiado hacia el pasado, o demasiado en el futuro. Es hora de arremangarse las mangas y comenzar a vivir nuestro "nuevo" presente.
