"Mi salud mental está en riesgo": una maestra de la escuela materna deja el trabajo después de 12 años
La maestra es quizás uno de los oficios más gratificantes del mundo, pero especialmente en estos últimos años, está volviéndose más difícil realizarse en este campo. Bajo diferentes puntos de vista, ser un maestro al día de hoy es muy cansador. Jessica Gentry, luego de haber trabajado por 12 años como maestra en una escuela materna en la ciudad de Harrisburg (USA), ha decidido de cambiar de camino y de explicar el motivo de una decisión tan importante. "No lo hago por el dinero, no cierro con la enseñanza para buscar un trabajo mejor pago" ha declarado en Facebook la joven maestra, que en una publicación ha enumerado todas las razones del abandono de la carrera.
Sería fácil decir que Jessica Gentry lo ha hecho para obtener un trabajo más retribuido que el de una maestra o, simplemente, afirmar que la pasión por la enseñanza ha finalizado en estos largos 12 años. Sería fácil y no estaría correcto. La joven maestra ha explicado en una publicación ya hecho viral, las 5 verdaderas motivaciones que la han empujado a dejar esta profesión.
Los padres. Se siente a menudo decir que los niños de hoy "han cambiado". Bien, no es así: los niños son siempre niños, son los padres en-- haber cambiado radicalmente y junto a ellos, la sociedad en la que vivimos. Los niños son solo víctimas inocentes. Los padres de hoy trabajan muchísimas horas al día, son literalmente consumidos por equipos electrónicos - que son celulares, computadoras o tablet - y dejan a menudo a los propios hijos en situaciones inestables, donde se reciente la falta de un padre atento y obviamente, de la mala influencia de las redes sociales. Entonces dejemos de desviar la atencion de aquello que son los reales problemas de esta sociedad.
Relaciones humanas sacrificadas para dar espacio a la tecnología. Como si no fuera ya suficientemente difícil para nuestros hijos aprender a comprender mejor cuales son los comportamientos y las señales sociales más correctas, también la escuela está comenzando a contribuir al empeoramiento, empujando siempre más prepotentemente el uso de la tecnología en cualquier situación. "Olvida las bases de la creación de relaciones y del aprendizaje práctico. Los niños ya no saben leer e interpretar correctamente las señales sociales y comportarse en modo apropiado en la mayor parte de las ocasiones, imaginemos si les damos aún más dispositivos para usar, solo porque así podemos contarlo sobre la página web de la escuela "porque es hermoso sobre nuestra página", afirma ironicamente Gentry. Lamentablemente, parece que las enseñanzas no dependen más de cuanto logran a manejar y gestionar los niños, sino más bien de tu capacidad de usar la tecnología.
La escuela apunta sobre la tecnología, restando horas de enseñanza en clase con cursos de formación. "Desde el momento que nuestro acercamiento a la tecnología no parece funcionar, los maestros tienen fundamentalmente necesidad de más formación", escribe Gentry en su publicación. Para estar al paso con la pregunta, las escuelas han intensificado los cursos de formación para actualizar las enseñanzas sobre argumentos tecnológicos, en perjuicio de las horas pasadas en clase con los jóvenes.
Los maestros estan a merced de los padres. En un tiempo, padres y maestros eran un equipo, prontos a empeñarse a dar el máximo por el bien de los propios alumnos e hijos. Hoy no existe más esta complicidad: mas que actuar como adultos y presentarse como la figura de referencia que indica el camino al niño, se tiende ya siempre más a menudo a poner en acción una propia y verdadera rivalidad.
Bienestar mental y físico. Afrontar peleas y gestionar niños impacientes significa acumular mucho estrés, que el maestro igualmente afronta con valentía día tras día, conciente que todos aquellos niños merecen más de aquello que reciben. Sin embargo, cuando en vez de recibir soporte, se siente decir "no pierdas el sueño por ellos" - justo ella, que ha hecho de maestra a los niños con toda su pasión - entonces sí que el desaliento toma la delantera.
Jessica Gentry no ha dejado su trabajo de maestra para ir a ganar dinero en otro lugar, sino para comenzar seriamente a hacer su trabajo en casa, con los propios hijos, dedicandoles más tiempo porque "comienza todo desde allí". Sus palabras, así tan apacionadas y honestas, han sido compartidas por más de 173.000 veces, recogiendo una mirada de elogios por maestros y padres. Y también los nuestros.