Por favor, aléjate cada tanto de tu celular: estás dañando a tu hijo
Estar presentes con los propios hijos no significa simplemente estar físicamente al lado de ellos, en la misma habitación, quizás controlando los últimos email recibidos. Significa, más que nada, prestar atención y escuchar aquello de lo que verdaderamente necesitan. La tecnología puede ser de ayuda a muchos padres modernos, es cierto, pero al final del día no se puede contar exclusivamente sobre aplicaciones de un smartphone, tutorial u otra cosa. Es importantísimo pasar el tiempo con los propios hijos de manera sana y constructiva. Al celular podemos también dejarlo en otra habitación por algunas horas.
Lamentablemente este uso desmedido de la tecnología nos ha llevado a estar conectados 24 horas al día, siempre e igualmente, incluso cuando no tenemos de verdad alguna cosa importante para controlar. Pero sin darnos cuenta, la dependencia del celular esta influenciando negativamente el comportamiento de nuestros hijos. Siempre más enojados o frustrados, nos asombramos si hacen rabietas, si son hiperactivos o agresivos, olvidándonos que somos nosotros mismos el ejemplo a seguir. En un estudio publicado sobre la revista Child Development, ha sido analizado el comportamiento de 170 familias; ha sido descubierto que la interrupción de una actividad familiar - cenas o por ejemplo momentos de juego - por controlar el teléfono o la computadora, produce efectos negativos sobre la conducta de los hijos.
Usar el teléfono o distraerse un poco en la computadora es seguramente un momento de distracción necesaria para un padre, lo importante es no exagerar y hacer en modo que no se vuelva una presencia constante en la vida de toda la familia. Un niño tiene necesidad de jugar y de ser escuchado por la propia mamá y el propio papá: leer una historia antes de ir a dormir, por ejemplo, es una actividad importantísima, sea para el niño que para los padres y exactamente por esto, no deberíamos nunca permitir que una tablet o un smartphone pueda sustituir la figura de una mamá o de un papá.
Entonces, si eres una persona muy apegada a la tecnología, que controla continuamente el celular, podrías considerar con mayor criterio y sentido común cuanto está influyendo negativamente sobre la vida de tus hijos.
