Comerse las uñas puede ser muy peligroso: la triste historia de este hombre que nos demuestra porqué
Comerse las uñas es sin dudas una de las malas costumbres más conocidas en el mundo, especialmente entre los más jóvenes. Hacerlo usualmente son los sujetos más nerviosos y la consecuencia no es sólo visualmente o estéticamente desagradable, más bien puede causar incluso serios problemas para la salud. Lo asegura el trágico caso de John Gardener cuya "onicofagia" dio lugar a una grave septicemia que lo llevó a perder la vida.
via The Daily Mail
El hombre, ex árbitro de fútbol, desde hacía poco había cumplido 40 años y desde hacía dos semanas había sufrido una intervención quirúrgica para la eliminación de la punta de un dedo, destruido a causa de la masticación compulsiva. Lamentablemente esta condición ha generado una infección séptica que le ha causado un ataque al corazón. John Gardener ha luchado toda la vida con trastornos como ansiedad y depresión por la cual ha estado en tratamiento muchas veces. Este temperamento suyo encontraba desahogo en comerse las uñas hasta hacerlas sangrar frecuentemente, tanto que muchos han referido que sus manos estaban reducidas a un estado malísimo.
Los médicos legales que se han ocupado del caso han declarado que la onicofagia había provocado la pèrdida de la sensibilidad del dedo y que estos síntomas, junto a continuos sangrados, debían servir de alarma por cualquier eventualidad mucho más seria. Gardner además era también diabético, una condición que de seguro no ha ayudado a su cuadro clínico sino que ha acelerado aquel que luego le ha sucedido a continuación. Durante la permanencia ha sido tratado con ciclos de antibióticos que parecían dar efectos positivos, tanto que el mismo John parecía mostrar signos de mejoramiento.
Lamentablemente sus condiciones se precipitabn repentinamente, llegando al paro cardíaco que le ha provocado la muerte. Este triste y absurdo episodio sirve como advertencia para todos aquellos que están afectados de este trastorno que se manifiesta en forma leve a aquel más desvastante e invalidante.
Comerse las uñas puede también causar problemas dentales, gastrointestinales, deformación de los dedos y no menos mayor vunerabilidad a virus y bacterias. Mejor masticar una goma, distraerse o apretar una pelotita entre las manos como antiestrés. En casos más graves no se necesita ignorar el problema sino ¡hacerse ayudar de un especialista!