Mis hijos son mi prioridad: todo el resto puede esperar
La llegada de los hijos es un momento único en la vida de los padres, que comienzan a pensar en otro ser más que solo en sí mismos. Padre y madre se encuentran renacer en un nuevo rol que implica nuevas responsabilidades y algunas veces nuevos modos de vivir. Y muy pronto, el mundo circunstante, las personas, los eventos de la vida y también el trabajo, terminan con el asumir la importancia diferente a los ojos de los padres.
Tanto que algunas veces, sobre todo las madres, se encuentran teniendo que renunciar a cualquier cosa de la propia vida, para el bien de la familia y de los hijos in primis.
via mother.ly
Cuando un niño llega a la familia no ocupa solo la casa, llena la vida de los padres. Todo el mundo se transforma sea a nivel emocional, que a nivel práctico. Tantas son las cosas de hacer, tantas las cosas en que pensar: nutrirlos, educarlos, prepararlos y afrontar serenamente el ingreso en el mundo.
Se trabaja hasta que puedan convertirse en adultos responsables y respetuosos, que un día a su vez tendrán la propia familia, las propias necesidades. Un padre no deja jamás de ser padre y continúa siempre a pensar en el bien del propio hijo.
Pero las cosas no son siempre fáciles, sobre todo cuando ambos trabajan y no tienen ayuda cercana ( por ejemplo los abuelos). Y por esto tantas madres eligen de dejar el trabajo para poderse ocupar completamente de los propios hijos. Muchas veces, para los padres, el mundo puede esperar, porque nada vale más del tiempo puesto en ellos, de sus sonrisas y de sus abrazos.
Dejar un trabajo no es nunca una elección fácil y para muchos no es ni siquiera aconsejable, sino es igualmente una elección y como tal debería ser respetada. Cada uno conoce sus condiciones económicas y de vida donde cada uno debe hacer las cuentas solamente con la propia familia.
Hay tantos matices cuando se toman estas decisiones y no podemos tomar todas no conociendo cada persona. Entonces estaría bien no criticar y no apuntar el dedo: cada uno tiene el derecho de vivir la paternidad como cree mejor.