Los niños que son de verdad felices tienden a ser bulliciosos y animados
Hemos sido todos niños, todos hemos vivido la infancia, pero de grandes olvidamos fácilmente aquellas sensaciones y aquellos días. Apenas nos tropezamos con niños ruidosos sacudimos la cabeza pensando de inmediato mal de la madre "seguro es su culpa".
Pero la infancia tiene varios estadios, está hecha de descubrimientos y de fases e incluso un niño inquieto tendrá modo de crecer y aprender. Cada niño tiene un camino de crecimiento diferente, pero no todo es para atribuirlo a la madre.
Tener que ver con los niños no es seguro simple y también un buen padre no tiene siempre la solución justa. Tantas veces se equivoca, luego vuelve a probar de modo diferente, no hay un único modo para ser padres.
Cuando eres madre de un niño particularmente inquieto, a menudo sucede que se te mira mal o señalada de inmediato como una madre que no tiene muñeca, o incapaz. La verdad es que los niños tienen derecho a ser inquietos y bulliciosos, tienen derecho a ser niños y no pueden seguramente hacer de marionetas.
La gente olvida de prisa como es tener hijos pequeños, olvida que no hay manuales de instrucción para padres e hijos y que, aquello que vale para ti y tu hijo, quizás no vale para el mío.
Probablemente es cierto que algunas madres no logran siempre a manejar la exhuberancia de los propios hijos, pero no siempre ser padres es simple. Ya apenas entra en un restaurant y el niño llora, todos te miran como si fuera culpa tuya, como si tu no tuvieras derecho a un almuerzo o una cena afuera.
En esta óptica, siempre más restaurantes deciden incluso de no aceptar familias con niños para "no molestar a los clientes". Nos volvimos intolerantes a los niños bulliciosos, pero aquellos no son bulliciosos, no son otra cosa que niños.
Y aquellas madres no tienen la culpa: son solo madres que hacen de mamá y si algún niño es mas inquieto, tiene derecho incluso de crecer también él.