Un buen padre no prepara el camino para los hijos, prepara los hijos para el camino

Aquéllo de ser padres es el trabajo más difícil del mundo, se sabe, no hay reglas fijas de seguir, pero buen sentido y dedicación. Muchas veces demasiado amor arriesga de sofocar y de ser el impedimento para el crecimiento de los hijos, para su formación emocional y social. No siempre "hacer todo por ellos" resulta ser lo correcto.
Hay momentos en que un padre debería ponerse a un lado por el bien del hijo y dejar que lo haga solo, quizás equivocándose, pero pronto a levantarse con las propias fuerzas. Los padres quitanieve, como fueron definidos, son exactamente aquellos padres que deciden completamente por los hijos.

Desde los "mejores" amigos de la facultad a seguir con actividades extra escolares y ropa: elegir por los propios hijos no siempre es positivo más bien, es una cosa de verdad muy arriesgada. Se puede aconsejar, indicar el camino considerando el mejor, limitarse a dar sugerencias sin imposiciones.
Es necesario ponerse a un lado y dejar que los hijos cumplan los propios pasos y hagan las propias elecciones, asumiéndose incluso las consecuencias del fracaso. Fracazar es importante porque del fracaso nos levantamos más fuertes y sobre todo, se aprende y se busca de estar mejor.
Y todo este mecanismo contribuye a definir la personalidad de los propios hijos. El suceso que logramos a tener en la vida será fruto de sus elecciones, no de las nuestras.

Si se impide de vivir sus experiencias de vida fundamentales y formativas, se termina por obstaculizar la capacidad de poner en acto todas aquellas competencias que a menudo no se sabe de tener hasta el momento de dificultad.
Entre otras cosas, arriesgamos de empujarlos en el efecto psicológico definido de la profecía que se auto-cumplirá: más se busca de alejar a los hijos de un dato de eventos, más los hijos implementarán dinámicas para hacerla realidad.
Los padres quitanieve deberán limitarse a sugerir, sin imponer su pensamiento. Los hijos lograrán sorprendernos si solo los dejaran decidir que cosa es mejor para ellos.