Si quieres hacer durar tu matrimonio, pone aparte la "mamitis" y la "papitis"
Aunque si todos antes o después terminamos por destacarnos del núcleo familiar de orígen,quedamos igualmente ligados a la familia en modo indisoluble.
Como a menudo ocurre en la vida, sin embargo, las exageraciones no están bien, y cuando estos lazos se traducen en "dependencia", que sea de la madre, del papá o de los hermanos, puede poner en riesgo también las relaciones aparentemente más fuertes. La vida de pareja tiene su equilibrio de respetar y si se permite a otras personas de ser parte, el equilibrio falla.
via fatherly.com
"Mi mamá dice que es mejor hacer así...""Mi papá dice que aquel trabajo no es para ti..."
¿Cuantas veces han sentido decir frases del género? Este tipo de frases y da comparaciones son absolutamente dañinos para la pareja: es bueno pensar dos veces antes de pronunciarlas. Se puede estar unidos a la propia familia de origen con la condición de respetar la nueva familia que se ha creado.
La relación debe ser de a dos, sin terceras personas o voces fuera del campo, de otro modo la pareja termina por sentirse disminuida y puesto aparte. Ocurre a menudo que se de cuenta que el compañero o compañera son mameros, o tengan papitis, solo después del matrimonio. ¿Como darse cuenta antes? Nos los explica en pocos puntos Seth Meyers, un psicólogo clínico del departamento de salud mental del condado de Los Angeles.
- Se ponen en posiciones de victimismo y niegan la responsabilidad de las propias acciones.
- No toman decisiones autónomamente, incluso cuando se trata de cosas de escasa importancia.
- No dicen nunca nada de negativo de la madre o del padre, incluso de frente a la evidencia. Las comparaciones con ellos son perdidas desde el comienzo.
- Imponen una relación que se parezca un poco a aquella que tienen con su mamá, papá o hermanos.
Por otro lado, incluso la familia de origen debería cortar esta dependencia y no fomentarla. Debería dar fuerzas al propio hijo o hija para "arreglarsela solo/a" y a tomarse la responsabilidad de las propias elecciones.
¡Cortemos este cordon!
