Aunque si eres adulta, has un viaje con tu madre al menos una vez al año: ¡de verdad vale la pena
Cuando se convierte en adulto se tiende, por diferentes motivos, dedicarse enteramente a la nueva familia que se ha creado, descuidando un poquito, las actividades con la familia de orígen.
Se organizan viajes o breves fines de semana para compartir con las parejas o con los hijos, cada uno de estos viajes es especial y nos enriquece dejándonos alguna cosa.
Si estás pensando en el próximo viaje, prueba de hacerlo con tu madre, a solas, porqué ahora que eres adulta será todavía más especial.
via naranxadul.com
Ser adultos quiere decir afrontar el mundo diferente y mirarlo desde perspectivas diferentes.
Encontrarse nuevamente hijos y disfrutar movimientos exclusivos con la propia mamá, no puede hacer otra cosa que enriquecer una relación ya única y especial.
Conocer a tu madre desde la adultez te hará descubrir una nueva ella: podría hablar sin filtros y será un nuevo modo para conocerse.
Si quizás vive lejos y no tienen mucha oportunidad de disfrutar o hablar, un viaje es un bellísimo modo para encontrarse y compartir una nueva experiencia.
Los recuerdos que tendran les harán siempre compañia y serán muy dulces. Un viaje juntas es la ocasión para vivirla como una amiga, entre risas y carcajadas o perderse quién sabe donde y encontrar el modo de arreglárselas juntos, tu y ella.
La verás diferente y bajo una nueva luz, pero igual en todo y por todo, desde el punto de vista del amor que nutre por ti. No importa cuanto cansada estás, será feliz de seguirte en primera fila por el mundo para vivir esta experiencia.
Te darás cuenta que te ama todavía más y que continuará siempre a cuidarte, porque ella será siempre parte de tu vida.