Uno de los alumnos es sordo: toda la clase aprende la lengua de señas para no hacerlo sentir excluido
Tener una discapacidad es una condición difícil para cualquier individuo, especialmente si el sujeto en cuestión es solo un niño. Es sentirse diferente, el percibirse a sí mismo como anormal, puede provocar el aislamiento y una percepción de profunda incapacidad frente a la sociedad. La integración es un proceso de reciprocidad y es con este espíritu que los niños de una escuela de Sarajevo han aprendido la lengua de señas para comunicarse con su compañero sordo.
El protagonista de esta historia se llama Zejd, un niño de Bosnia de seis años, sordo de nacimiento. Inscripto en primer grado el pequeño se encontraba afrontando el primer gran obstáculo de su vida, aquel de introducirse en una clase donde ninguno conocía la lengua de señas, ni siquiera la maestra.
En vez de resignarse y quedar impotente delante al problema, la maestra, Sanela Ljumanovic, ha pensado bien en actuar y aprender la lengua de sordos para comunicarse con el niño. Una buena idea, una iniciativa seguro notable pero que no habría bastado para resolver de verdad la situación.
Habiendo dicho esto, incluso el resto de la clase de Zejd ha comenzado a tomar lecciones de la lengua de señas, así que todos podrían "hablar" con él. La cosa ha sido acogida con mucho entusiasmo por todos los alumnos, considerada como una nueva y emocionante aventura.
Después de un poco de tiempo y de empeño ahora los compañeros del niño conocen nociones de la lengua de señas, Zejd es feliz, se siente motivado y está gradualmente aprendiendo a su vez a leer los labios, además de las otras nociones aprendidas en la escuela.
Este maravilloso gesto de amor y de solidaridad es la demostración del hecho que las barreras, en la mayor parte de los casos, existencsolo en el corazón y en la mente. Con un pequeño esfuerzo se puede transformar la diferencia en una oportunidad de enriquecimiento y de crecimiento.
Todos somos diferentes pero el concepto de "normalidad" es bastante relativo, se decide por la cultura y la sociedad, no es una cuestión de nacimiento. El secreto es buscar de hacer todos un pequeño paso hacia el prójimo, sin esperar que sean los otros a hacer todo el trabajo. En este modo las distancias se colman en un salto, las diferencias solo tantos modos para expresar el mismo pensamiento.