La empatía, un don incómodo pero precioso: aprende a escucharte a ti mismo y a los otros

por Patricia Zorzenon

26 Julio 2019

La empatía, un don incómodo pero precioso: aprende a escucharte a ti mismo y a los otros
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Ser empáticos significa lograr comprender el estado de ánimo del prójimo, ser capaces de ponerse en sus paños, sin hacerse influenciar de prejuicios, preconceptos, lugares comunes e influencias externas. Quien posee esta cualidad tiene contemporáneamente una incómoda carga, pero también un don precioso. Todas las emociones son amplificadas, son como canales a través de los cuales uno filtra todo, pero la experiencia de la vida es seguro más intensa.

via montessori4you.it

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Además de ser por sí una habilidad rara, la empatía está volviéndose cada vez más en una actitud en vías de extinción a causa de modos y de instrumentos con la cual hoy no se conoce, se comunica o de hecho se entretienen las relaciones.

La artificialidad de las nuevas tecnologías ha ampliado el rayo de acción y la distancia entre la cual se pueden llegar a otros seres humanos; sin embargo se ha perdido, el valor y la verdad de estos contactos. A través del chat, redes sociales, los celulares, se habla con muchísimas personas contemporáneamente, pero de hecho sin dedicar una verdadera atención a ninguno y sin que ellos dediquen a su vez un real interés.

La química, el escuchar, la interacción genuina que se puede tener mirando a una persona a los ojos es una cosa que no podrá ser reproducida por ninguna pantalla de altísima resolución. La empatía se vuelve así un poder lentamente más insólito, poco frecuente, porque menos se lo usa y menos se logra desarrollarlo.

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Incluso la empatía puede ser el giro para una sociedad de mejores individuos, más presentes hacia los demás, más comprensivos e inclusivos, más civilizados, sociales y comunicativos. Aquello respecta cada tipo de contexto, desde aquel familiar a aquel escolar, hasta aquel profesional e institucional. La empatía es la llave para sanar el egoísmo y el egocentrismo, de la ignorancia, de la violencia y del peor mal de todos: la indiferencia.

Un ser human empático no podrá nunca ser anestesiado de la costumbre en ver otros semejantes sufrir y no logrará jamás encontrar diferencias, visto que sentirá las mismas cosas que prueba el otro. La empatía es el camino para llenar la propia existencia de verdadera amistad y de verdadero amor, es la vía para entender y hacerse entender, para superar diferencias y comprender que en el fondo, sin necesidad de internet, ya todos estamos conectados.

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