Una peluquera lleva su salón a la calle para ofrecer cortes gratis a los indigentes
Cuando se leen historias como esta que estamos por contarles nos damos cuenta con satisfacción que en un mundo hecho a menudo de injusticias y desigualdades, hay siempre personas que buscan de ofrecer un poco de ayuda - incluso solo con los medios que tienen - a quién ha sido menos afortunado.
Kate Steller es una peluquera de Minneapolis, en Minnesota, que ha decidido de poner su profesionalismo al servicio de quién no puede permitirse de pagar un corte en su salón. Y lo ha hecho en un modo de verdad original.
Steller Kindness Project/Facebook
Después de haber decorado su negocio con diez sillones rojos, Kate ha decidido de tener el undécimo para ella. Precisamente, lo tiene en el auto y cuando ve un indigente por la calle de la ciudad, se ofrece para un corte a beneficio y gratuito, obviamente utilizando su sillón.
Junto a su asistente Emily, un día a la semana, Kate deja su salón y busca de devolver un poco de dignidad a personas que a menudo la han perdido y que por esto vienen relegados y marginados de la sociedad. Esta actividad suya ha tomado la forma de un verdadero y propio proyecto llamado Steller Kindness Project.
Steller Kindness Project/Facebook
Gentileza, dignidad, autoestima y ayuda concreta a personas que pueden sentirse mejor incluso a través de pequeños gestos. Estos son los intentos de la peluquera de Minneapolis, que en el pasado ya ha experimentado sobre su piel que cosa significa sentirse marginada.
A causa de una enfermedad y de los tratamientos médicos efectuados, de hecho, Kate ha perdido los cabellos cuanto tenía 18 años. Exactamente en aquel momento, ha entendido que cosa quería decir no tener autoestima y sentirse constantemente sin identidad. Por lo tanto, también por esta razón, ha decidido de poner su habilidad al servicio de los demás, buscando de ayudarlos un poco, incluso a través de un simple gesto como el corte de cabellos.
Steller Kindness Project/Facebook
Un comportamiento que seguramente debería ser tomado como modelo. Si todos pusieran las propias capacidades al servicio de quién más lo necesita, incluso de manera desinteresada, nos encontraremos seguramente en un mundo mejor.