Los niños de este pueblo atraviesan el río en enormes bolsas de plástico solo para ir a la escuela
En una parte del mundo, los más pequeños deben combatir cada día para obtener derechos que sus pares lejanos dan por hecho y a menudo no saben ni siquiera apreciar. Los "privilegios" de la cual se habla son nada más que la salud, el juego, la comida y no por última la instrucción. Relativamente a este último aspecto, en un pueblo de Vietnam, los estudiantes están obligados a ser transportados en enormes bolsas de plástico para atravesar arroyos inundados y llegar a la escuela.
La zona donde viene usado esto, más que una singular "escuela bus" es el pueblo de Huoi Ha, que dista a muchos kilómetros del centro habitado donde son dislocadas las estructuras didácticas. Durante el período de sequía, los jóvenes aprovechan los puentes de bambú para pasar de un punto al otro, pero en las estaciones de lluvia la situación se vuelve mucho más complicada.
A lo largo del camino se encuentran canales de agua inundados en su totalidad y, en particular, el arroyo Nam Chim, muy difícil de navegar con balsas simples, porque la potencia de la corriente a menudo destruye los barcos improvisados. Los padres de los alumnos han inventado una estrategia poco ortodoxa pero eficiente.
Los niños son encerrados dentro de grandes bolsas de plástico y literalmente arrastrados a lo largo del río hasta la orilla opuesta. Si bien el sistema es mejor que las barcas, seguramente no está ausente de riesgos porque la fuerza del agua puede igualmente empujarlos y arrastrarlos tanto al adulto que al niño que está dentro de la bolsa de plástica.
Una vez que llegaron a salvo, el viaje no ha terminado ahí, es más, los niños deben caminar por otras cinco horas para llegar a destinación. En general ellos pasan el resto de la semana en el centro habitado donde está situada la escuela, para luego volver a casa solo durante el fin de semana.
Las autoridades del distrito en referencia han advertido a la población de los riesgos que significa utilizar este método, si bien la alternativa con la embarcación no es seguro mejor. Para desdramatizar la cuestión han afirmado que se trata de pocos casos que se producen solo cuando el nivel del agua es demasiado alto de impedir el uso de los puentes. Que se trate o no de circunstancias aisladas, de seguro es que una cosa parecida no se ve facilmente y que parece un tanto injusto que estos niños deban afrontar tales peligros para poder cuidar de la propia educación.
La historia es una advertencia importante y es contada a muchos jóvenes que en occidente tienen la suerte de poder llegar a la escuela a pocos pasos de sus casas. La moral no es solo hacer apreciar el don de aquello que se tiene, sino también de hacer comprender cuanto es importante cultivar la propia cultura, si en el mundo existe quién arriesga de hecho la propia vida para aspirar a un futuro mejor.
