Aquí las 7 ventajas de caminar bajo la lluvia: ¡una verdadera panacea para nuestra mente!
Les habrá sucedido a todos, especialmente durante el período de verano. El cielo que se nubla, un temporal que ruge inesperado y saliendo afuera, un olor de verdad particular. Es aquel que trivialmente definimos como "el olor de la lluvia", una fragancia de muchos considerada relajante, evocador, de hecho romántica.
Después de todo, especialmente si el estrés y el cansancio nos afligen, caminar bajo la lluvia o pasar algún minuto sin cubrirse y hacerse mojar por ella, puede ser un óptimo modo para aliviar la tensión. Y no se trata de una simple leyenda metropolitana: la ciencia ha probado los beneficios de tal situación ya desde mucho tiempo. Veamos porqué.
El típico perfume del agua de lluvia sobre la tierra seca tiene un nombre: petricor. Se trata de una combinación de sustancias químicas, aceites y ozono, liberadas de bacterias y plantas, únicas e inconfundibles. Caminar en el exterior bajo la lluvia, de hecho, no solo reduce el estrés, sino que trae también otras ventajas. Aqui 7:
- El olor de la luvia aclara las ideas, "lavando" la mente
- La actividad física hecha en un clima frío y lluvioso hace quemar más calorías respecto a aquellas realizadas bajo el sol
- La humedad mantiene piel y cabellos hidratados
- Además de la mente, la lluvia purifica el aire, porque sus gotas absorben polvo y microbios
Caminar durante la lluvia puede hacernos sentir verdaderamente libres de vínculos y limitaciones, como si estuviéramos trasgrediendo una regla.
Limpiando nuestra mente, podremos "hacer balance" sobre nuestra situacion y sobre nuestros problemas, quizás cambiando de perspectiva.
No todos salen bajo la lluvia, entonces caminar en el exterior bajo el agua nos hará apreciar más espacios y lugares que habitualmente vemos bajo otra luz.
Entonces, ¿que cosa están esperando? No tengan temor: la próxima vez que el tiempo se arruine podría ser vuestra ocasión para dar una bella limpieza a vuestro estrés, a vuestras ansiedades y a todos los pensamientos negativos, ¡sumergidos en el fantástico petricor!
