Los traumas infantiles limitan el crecimiento del cerebro y el desarrollo de los niños: la ciencia lo confirma
Está ya probado y sabido que la infancia juega un rol fundamental en la vida de una persona. Experiencias, afectos y lamentablemente también traumas son un equipaje que los seres humanos se llevan detrás para toda la vida.
No estamos hablando solo del lado caracterial, sino también, y sobre todo, de aquel cognitivo. Porque una experiencia vivida o sufrida desde pequeños influye en modo mas bien evidentes la capacidad del cerebro de efectuar un desarrollo libre de problemas o trastornos, como han demostrado los escáneres cerebrales efectuados por los expertos en este sentido.
Los traumas físicos dejan un signo lo sabemos. Que sean hematomas, heridas o los ojos negros, sus consecuencias pueden ser evaluadas, curadas y sanadas. Pero ¿qué cosa sucede cuando los traumas tienen características psicológicas y emocionales? Un trastorno postraumático de estrés (PTSD) no es seguramente simple de individualizar, como en vez puede ser un hematomas.
Los expertos, en ese sentido, han confrontado los escáneres cerebrales de niños emocionalmente sanos con otras de niños descuidados, maltratados o igualmente tristes, notando grandísimas diferencias ya sea en las dimensiones que en la estructura del cerebro. Justo así: las "heridas" emocionales no han realmente hecho crecer el órgano cerebral, dejando entre ver espacios que en vez no aparecen en los escaneos de niños "sanos".
El trastorno postraumático de estrés va absolutamente tratado desde la edad más tierna, porque es un factor que puede comprometer un crecimiento sano de los niños y de su funcionalidad. En particular, según cuanto han remarcado los investigadores de la Universidad de Stanford, los jóvenes que presentan este problema, si no se interviene, podrían desarrollar retrasos en el desarrollo, problemas de memoria o emociones fuera de control. Todas las situaciones "controladas" del hipocampo.
Es entonces fundamental, para padres y educadores, lograr reconocer si un niño, incluso aparentemente tranquilo, ha sufrido estrés emocional o traumas psicológicos. Los pequeños pueden esconder eficazmente abusos o carencias emocionales y ello no hace fácil la investigación.
Por suerte, en esta ciencia y psicología pueden ser de mucha ayuda y también si hoy los pasos adelante hechos en la técnica de educación infantil son muchos, podemos todavía mejorar mucho en el ser comprensivos, amorosos y atentos, ayudando a los más pequeños a vivir la infancia feliz que se merecen y en consecuencia, una vida mejor.
Fuentes:
- https://med.stanford.edu/news/all-news/2009/12/brain-imaging-shows-kids-ptsd-symptoms-linked-to-poor-hippocampus-function-in-stanfordpackard-study.html
- https://www.alz.org/alzheimers-dementia/what-is-dementia/types-of-dementia/posterior-cortical-atrophy