Menopausia: aprendamos a conocer síntomas y efectos de este cambio hormonal
La menopausia es una fase de cambio muy relevante en la vida de una mujer. En general se verifica alrededor de los 50 años, con diferencias subjetivas que pueden relacionarse sea a la tipología de los síntomas que al momento de su debut. Comúnmente, esta condición comienza a evidenciarse cuando el ciclo menstrual se interrumpe por al menos 12 meses consecutivos. Para un diagnóstico efectivo el médico puede luego pedir algunos exámenes específicos de control.
via NHS
En detalle, cuando se sospecha que el propio estado físico está cambiando por motivo de la menopausia, son útiles test de la densidad ósea, análisis de la sangre, perfil hormonal, ecografías pélvicas y mamarias. Algunas personas tienen la suerte de atravezar este proceso fisiológico sin demasiados traumas, pero en muchas otras circunstancias, la transición sucede con numerosos fastidios y dificultades.
Se comienza con las clásicas oleadas de calor, sea durante el día que durante la noche, con cambios de humor debido a los niveles hormonales fluctuantes y sensación de cansancio que acompaña a todo aquello. La baja de la producción de estrógenos influye sobre diferentes funciones del organismo, interesando el sistema inmunitario, el cerebro, el corazón, los huesos, etc.
Otros síntomas comunes son por ejemplo: escalofríos, pérdida de la líbido, sequedad vaginal, dolores al pecho, hormigueos, piel seca, latidos irregulares, trastornos de la digestión, dolores musculares y articulares, molestias al orinar, pérdida de cabello y peso, trastornos de concentración.
Incluso la duración en el tiempo de todas estas sensaciones varía de persona a persona. Hay mujeres que logran a absorber todo en el giro de un año o dos, mientras otras deben afrontar un proceso más lento que puede ir avanzando también por más de diez años.
En muchos casos el cuerpo lanza señales de aviso también mucho antes de la llegada efectiva de la menopausia, así que nos pueda preparar con anticipación. Se necesita tener entre ojos los cambios del ciclo, sea en la cantidad que en la regularidad. No descuidar sensaciones como dolores pélvicos o tensiones al seno, especialmente cuando no se atenúan. Incluso la sequedad de las mucosas, los calores y el dolor de cabeza frecuente pueden ser una definición de campanadas de alarma.
La mala noticia es que la menopausia no se puede evitar, la buena es que se puede de hecho manejar en modo que dé menos problemas posibles. Además que seguir indicaciones médicas en caso de necesidad, el secreto está en una correcta alimentación, en hacer regular ejercicio físico y en intentar conservar un comportamiento positivo.
