Si vuestro hijo es irrespetuoso, es bueno seguir estos preciosos consejos para saberlo corregir
De acuerdo a los medios de comunicación y a las redes sociales, esta actual es la generación más indisciplinada que se haya jamás visto. En esta afirmación hay un fondo de verdad, pero es como válido decir que parte de la responsabilidad está en las manos de una generación de adultos poco maduros y sin autoridad. Niños y adolescentes de ayer y de hoy, siempre han vivido las fases de los caprichos y de la rebelión, pero ahora sirven nuevas estrategias de educación, más aptas al signo de los tiempos.
Se ha pasado de la época de la excesiva severidad y austeridad de las costumbres, a aquella de demasiado permisismo, con padres que no saben más gestionar a los propios hijos, o que casi tienen miedo de hacerlo por temor de su mal humor. El resultado lamentablemente son jóvenes que no conocen el valor del respeto, que no saben donde están los límites entre lo justo o equivocado y que arriesgan así de integrarse mal en la sociedad.
Al opuesto está quien contrapone la extrema libertad con el autoritarismo ciego y gratuito, usando las armas de la intimidación y a veces también las manos, con tal de obtener obediencia. Ni siquiera este camino resulta productivo en cuanto un niño o un adolescente enojado está desconectado de la propia parte racional, entonces es imposible hacerlos comprender el porqué se debe seguir una particular indicación.
Los hijos pueden comportarse de manera insolente por más de una razón, quizás porque dentro o fuera de la escuela son perseguidos de alguien que los acosa o porque se sienten simplemente frustrados de cambios en el crecimiento que no saben explicar y controlar. En todos estos casos, mas que las reglas sirve una guía, alguno que sepa ayudar, escuchar y solo después de haberlo hecho busque en dar alguna respuesta.
Para corregir a los hijos poco respetuosos se puede y se debe comenzar temprano, porque independientemente de la edad están en grado de comprender, si las cosas les son explicadas y no solo ordenadas. No se necestita tener el terror de decir que "NO", porque incluso estas pequeñas contrariedades ayudan a los jóvenes a metabolizar que no todo va siempre como desean.
Es necesario luego definir reglas y límites, aplicando si es necesario también alguna penitencia, pero que sean ciertas, de otro modo los niños comenzarán a no temerlas más. Amenazar de quitar el smartphone por un mes es absolutamente irreal, en vez hacerlo aunque solo por un día, resulta mucho más realizable y efectivo.
Es necesario finalmente dar el justo valor a los comportamientos de los niños, por lo tanto no cuenta si se deja la habitación en desorden, sino mas bién de no osar dirigirse a mamá o papá de manera inapropiada. De reflejo ello repercute también hacia otras personas adultas que pueden ser parte del microcosmos juvenil como maestros o profesores. Reglas y consejos de la cual hacer verdaderamente un tesoro en la familia de hoy.