Gracias a la ayuda del hermano, este hombre ha sido la primera persona con parálisis a completar la carrera de triatlón
La relación que se crea entre hermanos es, para quién lo tiene, uno de los más bellos que una persona puede vivir. Un hermano o hermana, especialmente si son compañeros, son más que simples familiares y ,al mismo tiempo, más de simples amigos.
Con ellos, en los casos más afortunados, se entra totalmente en una simbiosis de poder compartir todo. Del mismo modo, por ellos se haría cualquier cosa, poniéndose en juego y sacrificándose incluso en las situaciones más cansadoras.
En este sentido no se puede no nombrar la emocionante historia de los gemelos daneses Peder y Steen Mondrup nacidos en 1980. Las imágenes de su trabajo describen más de mil palabras qué cosa quiere decir, de verdad, amar a un hermano.
El joven discapacitado ha completado el triatlón gracias a el extraordinario amor de su hermano.
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A causa de una falta de oxígeno repentino durante el parto, Peder tiene una parálisis cerebral que, entre los otros problemas, no le permite caminar. Por toda la vida, el joven ha estado en una silla de ruedas y su cotidianeidad ha sido siempre caracterizada de renuncias.
Todo lo opuesto es el hermano Steen, que no sufre de discapacidad física y ha estado siempre al lado de Peder, ayudándolo y sosteniéndolo con todas sus fuerzas. Exactamente así, porque aquello que Mondrup está haciendo es demostrar en la realidad que no existen límites físicos si se quiere de verdad llegar a una meta.
Asi, Steen ha realizado lo imposible, escribiendo la historia. Gracias al hermano, de hecho, Peder se ha convertido en la primera persona con parálisis cerebral en completar una carrera de triatlón.Precisamente, se trata de la competición llamada Ironman, que se desarrolla en Copenaghen.
Steen ha suplantado, literalmente, las piernas y los brazos del hermano. De hecho ha nadado por casi 4 km mientras arrastraba a Peden sobre una balsa inflable, para luego arrastrarlo fuera del agua, sobre la silla de ruedas de carrera con la bici. Al final, luego de haber empujado a Peder por casi 42 km, Steen ha corrido con el hermano hasta la meta. Todo en un tiempo record de 15 horas, 42 minutos y 38 segundos.
Una historia bellísima, que es mucho más de un simple gesto de afecto. Steen y Peder se volvieron una sola cosa, un ejemplo y un modelo de seguir para todos aquellos que, desmoralizados y desilucionados de las adversidades de la vida, creen que no haya más nada que hacer. No es así: con la fuerza de voluntad y sostenidos por las personas justas, ¡prácticamente todo se vuelve posible!.