Limpieza de oídos: aquí todos los métodos caseros más efectivos

El oído humano está dotado de un sistema de autolimpieza, concebido para proteger el área en cuestión del polvo, suciedad, cuerpos extraños e infecciones. Este instrumento es la cera, una sustancia viscosa que, sin embargo, a veces puede acumularse excesivamente en el canal auricular, volviéndose a su vez un problema que podría causar no poco fastidio. Síntomas reveladores son dolores, zumbidos o sonidos apagados pero, afortunadamente, existen remedios caseros muy efectivos para deshacerse de ellos. Aquí son algunos.

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• Peróxido de hidrógeno. Mezclar agua caliente y agua oxigenada, poniendo todo en un cuenta gotas para poner luego en el oido; dejar actuar la solución por casi 5 minutos y luego repetir de cada lado. Al final de la operación, enjuagar con agua caliente.
• Aceite de oliva. Esta vez la mezcla incluye el clásico condimento de mesa y agua caliente. Para realizar estas gotas pueden seguir el mismo procedimiento de antes. La limpieza va repetida según la necesidad, por algunos días.
• Masaje al oído. Utilizando el lóbulo como punto de apoyo se necesita alargar el tejido cerrando y abriendo la boca al mismo tiempo. Este movimiento permite al cerumen de despegarse de las paredes y de salir más facilmente.
• Irrigación. Se necesita llenar una jeringa con agua tibia e inyectar lentamente pequeñas cantidades de líquido en el oído. Al final de la operación se recomienda de enjuagar con cuidado.

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• Infusión de manzanilla. La primera aplicación va hecha con gotas de aceite de oliva luego la manzanilla va usada para el enjuague. El procedimiento libera el oído y sede también eventuales inflamaciones.
• Botella de agua caliente. El contenido del recipiente no va tirado sino simplemente utilizado como instrumento térmico para ablandar desde el externo el cerumen. Gracias a este sistema se volverá más fluido y fácilmente desmontable.
• En linea general va recordado que el cerumen es fisiológicamente necesario para la salud del oído, entonces no se necesita exceder en la limpieza porque haciendo así, en lugar de prevenir daños, se pueden favorecer a infecciones. Además, nunca utilizar tampones o instrumentos en grado de practicar presión, porque aparte de empujar más en profundidad el cerumen, arriesgamos de perforar el tímpano. En la eventualidad en que los trastornos persistan se sugiere de dirigirse siempre al propio médico y en particular, de efectuar una visita de control a un especialista en otorrinolaringología.