Querida mamá ama de casa: no te sientas sola, porque no lo estás
A menudo la maternidad cambia radicalmente la vida de una mujer bajo cada punto de vista. Ocurre frecuentemente que un mamá ama de casa se sienta sola y encerrada como en una jaula. Se encuentra viviendo sentimientos contradictorios que alimentan sus sentidos de culpa. Cada vez que las madres que están en casa deban solo sentirse decir que no están solas y que tienen todo el derecho de tomar los propios espacios.
Querida mamá ama de casa si ahora estás leyendo es porque buscas alivio o también solo compañía o distracción.
Tienes necesidad de saber que no estás sola, que no eres la única en sentirte así, como en una jaula. Eres feliz, cierto, tienes en los ojos el amor de tus niños y de tu familia, pero los días a menudo no son fáciles. Quizás te estás secando las lágrimas encerrada en el baño o apenas te has dado cuenta de la mancha en tu camiseta y te preguntas como harás. ¿Como harás a aprender, quién te dirá que cosa está bien hacer o como hacerlo? O quisieras simplemente hablar, quizás de alguna cosa que vaya más allá de los pañales o si los niños duermen toda la noche.
No puedo decirte que tengo las respuestas, no lo sé, pero puedo decirte que no estás sola.
Sé que ser una mamá ama de casa es un desafío porque se siente inmensamente sola incluso si no estás casi nunca sola físicamente, ni siquiera en el baño. Sin embargo te sientes sola porque no te encuentras más a ti misma, la "misma de antes". A menudo te sientes en culpa porque sabes cuanto eres afortunada, pero contemporáneamente, quisieras otra cosa en la vida. "Bendita tú que estás en casa con tu hijo" te repiten todos. Pero ninguno se preocupa si es aquello que quieres, si estás bien, si es una elección querida o una elección efectiva. La asistencia a la infancia es costosa y a veces, haciendo dos números, conviene estar en casa.
No disfrutas el café o el almuerzo y cuando (y si) ellos duermen tu tienes muchas cosas que hacer. Siempre tienes algo que hacer. Muchas personas bromean a tus espaldas, reduciendo aquello que haces y humillándote detrás de falsas sonrisas. Y tu ríes con ellos, ellos que no te respetan, ellos que quizás no han tenido la misma suerte de una mamá en casa, pero dentro de tí lloras. Tienes miedo porque en el fondo piensas también tú que es así y tiendes a disminuirte. Incluso estas haciendo cosas grandísimas e importantes. Eres especial y eres el mundo para una pequeña vida.
Y debes saber que no te has equivocado si tienes dudas, si alguna vez piensas de haberte equivocado todo porque te falta una persona: tu misma.
Estos pensamientos son normales y tu no eres la úica sola en hacerlo.