Un mono intenta la fuga del zoológico rompiendo el vidrio de la jaula: su lucha por la libertad conmueve a todos
Encerrar a un animal en una jaula es sinónimo de gran crueldad. Los zoológicos son un ejemplo concreto de como, en tantas metrópolis, animales salvajes han sido extirpados del propio hábitat natural y han sido obligados a vivir a un ritmo dictado por el hombre. En China, en la ciudad de Zhengzhou, una metrópolis de 7 millones de habitantes, un gesto de rebelión ha hecho sonreír y al mismo tiempo preocupar, a todos los visitadores del zoológico. Un mono del parque, probablemente cansado y aburrido de la simple vida en la jaula, ha intentado la fuga en modo de verdad ejemplar.
via Shangaiist
Youtube / South China Morning Post
Los monos, se sabe, son muy parecidos al hombre y desde siempre utilizan piedras, u otros instrumentos encontrados en la naturaleza, para abrir cocos o para conseguir otra comida. Pero este monito en el zoológico de Zhengzhou ha dado otra utilidad a la pieda afilada que ha encontrado en la jaula. El pequeño ejemplar de capuchino, cansado de vivir su vida de prisionero, ha comenzado a golpear violentamente sobre el vidrio de la jaula de exposición en la que estaba encerrado.
Aquel vidrio al final ha cedido, bajo los ojos incrédulos de los visitadores que inicialmente habían sonreído frente a la iniciativa del mono. Pero poco después, un movimiento de preocupación ha invadido los ánimos de todos aquellos turistas que temían de ser encontrados en alguna escena del "Planeta de los Simios".
La situación ha sido tenida bajo control por las autoridades y el mono ha vuelto, lamentablemente para él, a la jaula de exposición del zoológico. A la vida solitaria de siempre.
Los empleados del zoológico de Henan han declarado que el mono es el más inteligente de los ejemplares presentes: "es muy hábil en abrir cocos con instrumentos diferentes, mientras sus semejantes intentan todavía de morder directamente la cáscara durísima". Parece que no fue la primera vez que este mono quiere escaparse del zoológico. Quizás, quién sabe, pronto, en uno de sus intentos de fuga podrá conquistar la libertad e irá a tener buen fin.
