La historia de Lass, el labrador que ha aprendido a traer de regreso a la casa a su patrón enfermo de Alzheimer
Los animales domésticos y en particular modo los perros, saben ser fabulosos compañeros de vida, presentes en cada situación con una increíble capacidad de mejorar momentos o días enteros incluso con una simple mirada.
No se trata de una exageración: los efectos "terapéuticos" de los perros sobre los humanos son ya comprobados, así como su habilidad de comprender estados de ánimo y dificultad de quién tienen al lado, que logran, a menudo con resultados sorprendentes ayudar.
La historia que estamos por contarles habla exactamente de esto. El protagonista es un bellísimo labrador negro, que desarrolla una tarea de verdad importante y vital para su patrón.
via ABC
Se llama Lass, tiene casi 7 años y si bien no es un perro oficialmente reconocido para la asistencia a personas con discapacidad, ha aprendido a desarrollar este "trabajo" con extrema precisión para Mariano.
El hombre sufre de Alzheimer ya desde hace tiempo y el curso de su patología va inevitablemente empeorando con el tiempo. El perro Lass está a su lado desde las etapas iniciales de la enfermedad y si bien los problemas no fueron todavía demasiado evidentes en Mariano, el labrador ha entendido de inmediato que podía ocuparse para ayudarlo.
Ha bastado un breve curso de adiestramiento de cachorro para hacer entender al perro que cosa podía hacer. Durante los paseos, Mariano perdía la orientación siempre y con más frecuencia sin lograr volver a su casa. Con la ayuda del fiel amigo Lass, sin embargo, el hombre ha siempre encontrado el camino justo, evitando de perderse y encontrarse en peligro.
Exactamente así: el perro literalmente ha aprendido a traer de vuelta a Mariano, solo y sin que ninguno se lo enseñara. Una tarea nada simple sin duda, si consideramos que las calles de la zona en que viven los dos son muy parecidas y no facilitan la orientación.
Cuando Mariano tomaba el camino equivocado o intentaba de entrar en una casa que no era la suya, Lass puntualmente se lo impedía, llevándolo sobre el camino justo. Esto es aquello que ha observado el hijo del hombre, Carlos, para sentirse seguro de poder dejar al padre en compañia de un perro.
Lamentablemente, hoy los dos salen solos más raramente, a causa del agravamiento de las condiciones de salud de Mariano. Incluso, Lass continúa siempre a estarle cerca y para él constituye una increible "terapia" contra la depresión, bien lejos de un simple perro de compañía.
El apoyo emocional que Lass da al patrón es inmenso y quedará por siempre así. Un perro estupendo, de hecho, premiado también de los veterinarios de Madrid por haber hecho más segura la vida de Mariano. ¡Cada uno de nosotros debería tener a su lado un amigo así!