No obstante la parálisis cerebral, este hombre trabaja como médico y lucha por quién es menos afortunado
Hay personas donde la vida, desde el nacimiento, parece un camino cuesta arriba. Para ellos, gestos simples, cotidianos, alegrías, afectos y actividad nunca se dan por sentados y representan un desafío constante, causado de patologías y discapacidad de quienes sufren desde el primer día.
El hombre de la cual estamos por hablarles es una de estas personas. Su historia, de hecho, demuestra que también de frente a dificultades aparentemente insuperables, en la vida se puede siempre encontrar la fuerza para ir adelante. No solo: se pueden llegar también a resultados de verdad inesperados y sorprendentes.
via El Pais.com.co
Se llama Juan Manuel Collazos, es originario de Cali, una ciudad de Colombia y desde su nacimiento ya se le había diagnosticado hipoxia, o sea una carencia de oxígeno que causa parálisis cerebral.
Una patología indudablemente grave, pero que no ha limitado ciertamente las ambiciones y los sueños de Juan. Seguro, las dificultades, especialmente durante la infancia y la adolescencia para él no han faltado. Hablar y moverse, gestos básicos para cada ser humano, para Juan se volvieron propios y verdaderos desafíos.
No obstante esto, sus facultades cognitivas, su coraje y su fuerza de voluntad lo han llevado con determinación a completar los estudios, hasta obtener la Graduación en Medicina. Con la ayuda de un caregiver, una persona que lo ayudaba a desarrollar movimientos y actividad cada día, ha logrado a estudiar y a convertirse en doctor. Pero no ha terminado aquí.
Collazos sin embargo, ha decidido que su sueño era de ir más alla del título obtenido, siguiendo la carrera universitaria. Así, ha redoblado los esfuerzos, ha interpretado un master en Epidemiología, completado luego con éxito. Y hoy podemos decir bien que el cansancio ha dado sus frutos. Juan trabaja en lo social, y lucha cada día por los derechos de las personas con discapacidad y para mejorar las políticas públicas dirigidas a ellos.
¿Una vida toda de estudio y nada de distracción? No es así, porque Juan, además de haberse convertido en médico, epidemiólogo y de haber obtenido un importante empleo, ha logrado formar también una familia propia.
Ninguno pensaba que Juan habría tenido una vida normal, una familia y una carrera. No ha sido así. Son justo historias como estas que demuestran cuanto es importante creer en los propios sueños y buscar con todas las fuerzas de ir adelante, incluso en los momentos y en las condiciones más desfavorables.