Leche y ajo, una ayuda natura contra el dolor de espalda y ciática
Las patologías musculoesqueléticas son endémicas de la época moderna, siempre más difundida en los países "civilizados" a causa de ritmos sedentarios, del escaso ejercicio físico y de la postura incorrecta adoptada por diversas horas al día. Del común dolor de espalda a las afecciones crónicas del nervio ciático, estos trastornos pueden debilitarse afectando y perjudicando la calidad de vida de muchísimas personas. Un remedio podría llevar a la medicina ayurvédica a base de leche y ajo.
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En muchos casos los sujetos con problemas de lumbalgia o inflamaciones al más grande nervio del cuerpo humano, recurren a medicamentos analgésicos, antiinflamatorios o a tratamientos como las inyecciones espinales, acupuntura y de hecho sustituciones de los discos intervertebrales. Los estudiosos de la National Instituto for Excellence en Health and British Care, a continuación de las experimentaciones sobre el campo, han eliminado las llamadas terapias de la lista de tratamientos de elección por falta de datos suficientes a soportar la eficacia.
En ves de proseguir esperando soluciones futuras la estrategia vencedora podría ser dar una mirada al pasado, recurriendo a dos elementos naturales que desde la antiguedad vienen empleados en la antigua disciplina india del Ayurveda. Se habla en lo específico del ajo, de efectos beneficiosos sobre el organísmo y sobre la circulación sanguínea y de la leche, sustancia rica de nutrientes como: calcio, vitamina D y de una proteina llamada lactoferrina, que según un reciente estudio tiene potentes propiedades antidoloríficas.
Unir estos dos alimentos, vale decir el ajo y la leche (específicamente la de la cabra o vegetal), sería la llave para aliviar el dolor de la espalda y mejorar la condición del nervio ciático. Son suficientes 250 ml. de leche, 1/2 cucharita de miel y 3 dientes de ajo para realizar un preparado eficaz. Después de haber llevado a hervir la leche es necesario agregar el ajo y mezclar hasta que la misma no llegue nuevamente al hervor. Evitar de tener el ajo sobre el fuego por más de 3 minutos para no desnaturalizarlo, agregar la miel y beber todo bien caliente.
Les recordamos, además, que las noticias reportadas en este artículo son de naturaleza genérica y son publicadas puramente para un objetivo divulgativo. No pueden sustituir en ningún caso el parecer de un médico.