Encuentran al perro luego de 6 años y adoptan también al amigo que se ha quedado junto a él cuando vivía por la calle

por Patricia Zorzenon

16 Septiembre 2019

Encuentran al perro luego de 6 años y adoptan también al amigo que se ha quedado junto a él cuando vivía por la calle
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A veces, ocurre de encontrarse en episodios de crónicas, en verdaderas fábulas, tan bellas y conmovedoras de ser comparadas a aquellas realizadas por Disney. Entre las más tierna y fascinante está sin dudas aquella que cuenta sobre la amistad entre animales como Los Aristogatos, Rojo y Toby o Winnie the Pooh. La realidad sin embargo, puede superar la imaginación, como la historia de la familia que ha encontrado al perro y ha adoptado incluso el compañero que ha quedado junto a él cuando vivían por la calle.

via ABC News

Human Society of North Texas

Human Society of North Texas

En el 2009 Corky, el perro de los Montez, había desaparecido sin dejar rastros. Por suerte, al cachorro hacía poco se le había equipado de un microchip de reconocimiento, solo que ninguno habría imaginado cuanto tiempo había transcurrido antes que pudiera retornar finalmente a casa.

Habían transcurrido ya seis años, pero los Montez no habían todavía perdido las esperanzas, cuando una mañana recibieron una llamada de Humane Society del North Texas con la noticia que Corky había sido encontrado. Un buen samaritano, algunos días antes, se había encontrado con tres perritos: lamentablemente solo dos habían logrado sobrevivir, uno de estos era propio Corky.

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Con la alegría de volver a abrazar al propio perro, para los Montez se agrega también la agradable sorpresa de descubrir que, durante todo aquel tiempo, su perro no había quedado solo. En hacerle compañía, de hecho, era un nuevo amigo, encontrado en la calle y que seguro se había convertido como un hermano durante las aventuras vividas en aquellos años.

Captain, este es el nombre del otro perro, y Corky habían sido inseparables, así es que los Montez pensaron que no habría sido justo separarlos; la cosa más natural de hacer fue, entonces, adoptarlo también a él. Ahora Corky nuevamente tiene a su familia, aquella compuesta de sus propietarios humanos y de su fiel amigo. Este último ha perdido un ojo y Corky se muestra muy premuroso hacia él, permitiéndole de comer primero en su plato, durmiendo junto a él y jugando juntos todo el día. Como se dijo al principio, mejor que un cuento de Disney. 

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