Dos vecinos de casa crean una puerta en el recinto para hacer jugar a sus perros inseparables
El afecto y la complicidad entre animales de la misma especie forman una unión invisible que ni siquiera los seres humanos pueden a veces dividir. Un testimonio divertido y conmovedor de este hilo invisible de amistad y solidaridad llega de Hailee, una joven estadounidense que ha adoptado de la calle un perro callejero de nombre Potate (afectuosamente llamado "Tate"), que incluso no lograba a estar lejos del perro "vecino de casa", de nombre Vernon.
via The Dodo
De hecho cuando Hailee ha notado que Tate y Vernon se buscaban constantemente más allá de la valla, la joven de inmediato ha pensado en una idea creativa para dejar que aquella bella amistad entre los perros pudiera crecer y prosperar: para evitar que Tate y Vernon continuaran a excavar pozos en el terreno para encontrarse uno con el otro, los dos propietarios vecinos de casa pensaron inicialmente en hacerlos jugar por alguna hora a la semana juntos. Pero no habría sido suficiente.
Así Hailee tiene una idea genial: construir una verdadera y pequeña puertita en la valla para hacer de modo que los dos perros pudieran encontrarse cada vez que quisieran, con total independencia. El propietario de Vernon recibe la idea muy amablemente, y al fin de siguiente semana, ¡la puerta ya estaba construida!
Ahora, Tate y Vernon son muy felices juntos, libres de encontrarse y jugar cuando y cuanto quieren, pero la puerta de la valla entre los dos propietarios también ha alimentado un sentido de gentileza y comunidad en el vecindario que no se veía desde hacía tiempo.
¡Que bella historia cargada de alegría y felicidad!