Un sacerdote tira 70 litros de agua bendita desde un avión para combatir las malas costumbres de la ciudad

por Patricia Zorzenon

08 Octubre 2019

Un sacerdote tira 70 litros de agua bendita desde un avión para combatir las malas costumbres de la ciudad
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Se sabe: la tarea de un sacerdote, en la comunidad en donde vive y opera, no es solo aquello de celebrar las liturgias religiosas, las funciones y los momentos de plegaria. Los sacerdotes, asumen las funciones de observadores que van más allá de la decencia y la sobriedad. Vicios y decadencias morales, para estos religiosos, representan enemigos contra el cual combatir cotidianamente. Para algunos, llevar adelante una batalla del género es una verdadera y propia misión.

Entre ellos está seguramente el sacerdote de la cual estamos por hablarles. Sus ganas de "moralizar" y prohibir las malas costumbres de la ciudad rusa en donde vive y ejercita ha sido totalmente grande de empujarlo a cumplir un gesto de verdad descarado e inusual. Veamos que cosa ha hecho.

via The Moscow Times

Ulya Ostrowskaya/YouTube

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Armado, por así decir, con más de 70 litros de agua bendita, el padre Alexander Goryachev se ha dirigido al aerodromo de Zmeyevo y subió sobre un pequeño aeroplano de turismo y ha sobre volado la ciudad de Tver, en Rusia central, casi a 180 km de la capital de Moscú.

Una vez allí, a través del portón avierto del avión y atado a un arnés para no caer, ha comenzado a tirar el líquido sagrado sobre la cabeza de los habitantes utilizando el cáliz especial y buscando de no hacer volver a bordo el agua.

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Ulya Ostrowskaya/YouTube

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El vuelo de los sacerdotes locales sobre los cielos de Tver, en realidad, suceden cada año desde el 2006, pero la particularidad del último episodio del género ha sido propio aquella de agregar agua santa para bendecir desde el cielo. Y padre Goryachev ha dicho de estar convencidísimo de la eficacia de este "tratamiento sagrado".

Ulya Ostrowskaya/YouTube

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A quien tomara con ironía o sonrisas por lo que estaba haciendo, entrevistado, el sacerdote ha dicho que no hay propio nada de que reír. su vuelo, al contrario, habría entrado en la necesidad de combatir el alcoholismo y fornicación ocasional, promoviendo en vez la sobriedad. Según lo que dijo, entonces, en la ciudad había personas que, al ver el avión sobre sus cabezas, habrían jurado renunciar a las bebidas alcohólicas para siempre.

Ulya Ostrowskaya/YouTube

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En definitiva: medidas especiales para una batalla un poco especial y considerada prioritaria. Respecto de cuando ha declarado el sacerdote, este singular episodio ruso continúa a despertar risas en muchas personas y no es difícil comprender el porqué. Padre Goryachev, sin embargo, es más determinado que nunca. Quén sabe, más allá de los objetivos "sagrados", si aquellos 70 litros de agua, la próxima vez no podrían servir incluso para metas y ayudas más concretas, a quién quizás necesita para sobrevivir...

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