Esta enfermera dona parte del hígado para salvar a su paciente de 8 años
Los ángeles existen, pero no son los alados mensajeros o custodios celestiales que vienen representados en las pinturas de las iglesias, son personas normales pero al mismo tiempo especiales, únicas, que saben hacer la diferencia en el mundo. Uno de estos tiene un nombre, un apellido y también un oficio, se llama Cami Loritz y es una enfermera de Wisconsin, en los Estados Unidos. Su gesto de increíble altruismo ha salvado la vida de un niño de 8 años de nombre Brayden Auten: esta es su historia.
via CNN
En la primavera del 2019 el pequeño ha estado internado en el hospital Froedter de Milwaukee, el mismo donde trabaja Cami, a causa de una grave insuficiencia hepática. Brayden no había nunca tenido problemas de salud hasta aquel momento, pero más tarde, repentinamente, una forma de virus muy agresivo ha comenzado a dañar a su hígado.
Dadas sus condiciones, el joven es puesto inmediatamente en una lista de trasplante, en una carrera contra el tiempo en donde ha sido involucrada toda la comunidad local, a través de apelos sobre las redes sociales, para lograr encontrar un donante compatible.
Día tras día, Cami ha sido testigo de todo: asistía a Brayden, controlaba su estado de salud que de hecho, empeoraba cada vez más y buscaba de confortar a su familia destruída por una espera sin fin. A un punto, de hecho, alguna cosa dentro de ella ha salido afuera y ha decidido dejar de esperar y de convertirse ella misma en aquel milagro donde todos ponían las esperanzas.
Luego de haber hecho el test, la enfermera descubre de ser compatible con Brayden y se ofrece de donar parte de su hígado. Para el niño y para sus padres ha sido como si la mano de Dios los hubiera tocado sobre el hombro, para asegurarles que todo habría ido bien. Las operaciones de explante parcial y de transplante han sido efectuadas en mayo y han sido exitosas.
Sobre la web, los padres de Brayden han comentado el regalo recibido de Cami como una cosa más allá del altruismo, más cerca a una manifestación de verdadero heroísmo y un acto de verdadero amor. Transcurrido el necesario período de recuperación, el niño y "su ángel" se han hecho fotografiar juntos, salvos y sonrientes.
Ahora Brayden está bien y pronto para afrontar el futuro con un poco de optimismo y con el corazón lleno de gratitud por haber tenido una segunda posibilidad. Cami y la familia del joven hoy están ocupados en campañas de sensibilización sobre la donación de los órganos, con la esperanza que al compartir esta historia sirva de inspiracíon a la gente para convertirse en ángeles de alguien, a estar allí como el milagro que están esperando.
