A 9 años usa sus ahorros para comprar comida para perros y alimentar los perritos de la calle: ahora gestiona un refugio
El amor por cada criatura viviente debería ser un don nato en cada ser humano que se respeta pero, lamentablemente, no es tan obvio. Tantos animales son continuamente abandonados y muchos incluso maltratados por personas que de humano tienen poco o nada. Sin embargo, por suerte, están también las historias que demuestran cómo el mundo está todavía lleno de gentileza y bondad. Cuando tenía solo 9 años, este niño se ha tomado cuidado de algunos perritos abandonados de su barrio, comprando con sus pocos ahorros comida para perros. Gracias a este simple gesto de gentileza, no solo ha ayudado a los animales en dificultad, sino que ha logrado también realizar su sueño.
via Facebook / Happy Animals Club
Esta bellísima historia tiene como protagonista el pequeño Ken Amante, un niño de ya 13 años, nacido y crecido en las Filipinas. Ken ha estado siempre interesado en los animales desde muy pequeño y siempre ha buscado de cuidarlos como mejor podía. A tan solo 9 años, salía de la casa con la mochila llena de comida para perros, comprado con sus pocos ahorros y daba de comer a algunos perritos desnutridos de su barrio. Un día, el padre decide de seguirlo, para entender donde iba después de la escuela: cuando ve la escena, no pudo hacer a menos de sacarle una foto.
El padre, profundamente conmovido por la escena, publicó online las fotos: en breve tiempo hicieron el giro por la web, convirtiéndose en virales y conmoviendo usuarios de todo el mundo.
Aquello que hacía Ken todos los días, estaba despertando respeto y sobre todo donaciones de parte de diferentes usuarios que querían ayudar al pequeño en su cruzada para salvar los perros con mayor dificultad. Incluso sus padres, luego, comenzaron a ofrecerles su apoyo, gracias al cual Ken logró realizar su sueño, el de abrir un verdadero y propio refugio para animales.
Gracias a las donaciones de sus sostenedores en todo el mundo, el pequeño Ken ha logrado reunir los recursos necesarios para abrir Happy Animals Club, el primer refugio para animales en la región de Davao, en Filipinas. Para instalar el refugio, Ken y su familia han logrado alquilar un tela de 930 metros cuadrados, que cercaron por completo, para que los animales no escaparan. Los tres cachorros de la cual Ken tomo cuidados desde un principio han sido los primeros en ser parte de este nuevo refugio: Whitey, Brownie y Blackie han sido curados por veterinarios y acudidos en un espacio seguro. Luego de algún tiempo, sus heridas fueron sanadas, la sarna desapareció y su pelo ha vuelto a crecer normalmente.
L'Happy Animals Club continúa a funcionar todavía hoy y de su apertura ha logrado a salvar más de 100 animales en dificultad.
Ken no habría jamás imaginado que aquel simple gesto lo habría llevado tan lejos. Ello demuestra que cuidar de algún otro tiene siempre una bellísima "recompensa" en términos de satisfacciones y afecto.