Estas 4 niñas sobrevivientes al cáncer se han reunido después de 3 años en el mismo hospital
A veces son las dificultades más duras que la vida nos pone adelante para dar la mayor fuerza y crear más empatía entre las personas, tanto de hacer estrechar relaciones indisolubles entre quién se encuentra en tener que afrontar la misma situación de incomodidad.
Un niño enfermo de cáncer es seguro una de las circunstancias más angustiantes que pueden vivir ya sea tanto los padres como los pequeños. Afrontar una adversidad del género, de hecho, es ya difícil para una persona adulta: imaginemos que cosa quiere decir para un niño, que debería tener todo el derecho de vivir despreocupado y tranquilo y no en una habitación de hospital.
La historia que estamos por contarles tiene como protagonistas a cuatro niñas de verdad especiales y demuestra propio que, incluso durante las peores dificultades, es posible encontrar fuerza, coraje y alegría con el apoyo de quién nos está cercano, construyendo maravillosas y conmovedoras relaciones de amistad.
via Fox13 News
Lauren, McKinley, Ava y Chloe son cuatro niñas de Florida que, a la edad de 3 años, han estado en tratamiento por un tumor en el hospital pediátrico John Hopkins de St. Petersburg. Durante el dificilísimo período de convalescencia, para las cuatro pequeñas pacientes no faltaron los momentos difíciles y no es extraño comprender el porqué.
Se trata de situaciones en donde terapias, malestares y miedos pueden de verdad hacer complicada la cotidianeidad. Así, el soporte de quien está viviendo los mismos problemas se vuelve fundamental y como solo los niños saben hacer, con espontaneidad y alegría estas cuatro pacientes han encontrado una conexión perfecta.
McKinley, Lauren y Ava sufrían las tres de leucemia linfoblástica aguda, mientras Chloe estaba en tratamiento por una forma rara de cáncer en los pulmones. La primera vez que se han encontrado estaban todas en medio de los tratamientos más invasivos para combatir sus graves patologías. Tratamientos que han llevado, obviamente, también a la pérdida del cabello.
Las mamás de las cuatro pequeñas amigas han notado de inmediato con asombro y alegría lo que estaba ocurriendo. Según Shawna, la madre de Lauren, fue precisamente el hecho de compartir las mismas terapias y el mismo aspecto lo que desencadenó la especial empatía entre las cuatro chicas. Para ellas, de hecho, aquello del hospital, si bien forzado, era una situación de "normalidad", en la cual se han reconocido y dado fuerza.
Y así ha sido también para las mamás, que han logrado confiarse una en la otra durante el difícil período del tratamiento. Confrontarse, darse una mano, saber que hay otra persona que está viviendo exactamente los mismos sentimientos y los mismos miedos no pueden más que ser elementos que ayudan a ir adelante. Encerrarse en la soledad, en estos casos, es de verdad contraproducente.
Las pequeñas ex-pacientes, ya han completado todas los tratamientos, venciendo las patologías que habían trastornado la serenidad de todas. Y no pudieron dejar de ser nunca más amigas, no obstante hayan dejado el hospital pediátrico. Exactamente para celebrar el hecho de haber sobrevivido el cáncer, han decidido de volver al John Hopkins a reunirse. A distancia de tres años de sus internaciones, han sacado la misma foto de grupo que habían hecho durante la permanencia. Y las diferencias son evidentes, pero solo en el aspecto, porque su espíritu alegre y sus sonrisas son exactamente las mismas.
No hay que decir: la historia de estas cuatro pequeñas amigas demuestra lo mejor de cuanto es importante ayudar a los demás, darse alivio y combatir con decisiones contra un "enemigo" en común. No obstante para ellas, las adversidades de la vida se han mostrado muy pronto, seguro ya han comprendido que unidas y con coraje, se pueden superar también los peores momentos.
