Ella ha perdido a la mamá y su padre no logra peinarla: la conductora del autobús escolar le hace un peinado estupendo
Son pequeños gestos, aquellos llenos de amor y consideración, que logran hacer la diferencia en la vida de una persona. La historia de la pequeña Isabella Pieri y de la conductora del autobús escolar, nos demuestra y enseña como basta poco para regalar una sonrisa y un poco de alivio en un momento que parece casi imposible de superar. La pequeña Isabella, de hecho, es una niña de 11 años que ha perdido a su mamá desde hace un par de años, una experiencia terrible, sobre todo para una niña tan pequeña, que se repone cada día de su vida incluso en las pequeñas cosas. El padre pone toda su voluntad para no hacerle sentir demasiado la ausencia de la madre, pero una cosa que justamente no ha logrado aprender ha sido peinarla de un modo bonito. A esto, por suerte, piensa cada día una mujer de corazón de oro: la conductora del autobús que Isabella toma cada mañana.
via Twitter / NBC Nightly News with Lester Holt
Cuando todos los otros niños bajan del autobús, Isabella queda incluso un poco más junto a Tracy, la mujer que cada día lleva decenas de pequeños estudiantes a la escuela, con su colectivo amarillo. Tracy le peina todas las veces los cabellos y a manudo, le hace también bellísimas trenzas.
El padre de Isabella, lamentablemente, no había logrado lidiar con ello y su solución para resolver el "problema" de los cabellos enredados, principalmente, fue aquella de cortarlos directamente. Obviamente, los cabellos de Isabella han crecido poco después y el problema se ha presentado tal cual era antes.
El día que Isabella volvió a casa con un look diferente del normal, seguramente distinto de como había salido a la mañana de casa, el padre ve el bellísimo peinado que alguno le había hecho a la hija. La niña se había lamentado del problema con Tracy, la conductora del autobús, la cual no ha pensado dos veces en hacer alguna cosa al respecto.
Desde aquel día, cada vez que Tracy toma algunos minutos en hablar con Isabella le va peinando los cabellos. Entre las dos ha nacido una bellísima amistad e Isabella está mucho más contenta de su peinado ahora.
Como ha contado Tracy: "A veces hacemos dos trenzas a la francesa y a veces solo una. También le he enseñado a peinarse los cabellos. Cuando subía al autobús me decía: "¿me he peinado el cabello sola, están bien?" y yo le respondía: "Estás maravillosa"
Un gesto que puede parecer que cuenta poco, pero que además de aliviar la carga del trabajo al padre, ha regalado un poco de autoestima más a la pequeña Isabella.