Este niño discapacitado es expulsado del local de comidas rápidas porque no puede sentarse en la mesa y comer con sus manos
Existen en el mundo tantas personas que tienen un corazón grande, siempre generosas y prontas a tender una mano amiga a quién tiene más necesidad; pero lamentablemente existen también historias que no habremos jamás querido contar como verdaderos y propios gestos de inhumanidad. Pero por suerte hay quien todavía se opone a algunos comportamientos, sobre todo cuando se habla de niños. Esto es aquello que le ha sucedido al pequeño William, expulsado de una cadena de comidas rápidas porque estaba imposibilitado en comer con las manos ya que era discapacitado.
via Fox News
William ha nacido por desgracia sin los brazos y no obstante las dificultades extremas de frente a la vida cara a cara con esta forma de discapacidad, ha aprendido con gran esfuerzo e ingenio a utilizar los pies para moverse y alimentarse. William ama comer los crepe y es justo a "causa" de estos conocidos dulces americanos que ha estallado la polémica cuando él y la mamá fueron a una conocida cadena de crepe de los Estados Unidos para sentarse y saborear con serenidad estas dulzuras.
Lamentablemente, para comer William debe sentarse sobre la mesa y utilizar los propios pies, pero el encargado del negocio le ha pedido si gentilmente podían dejar el local "por motivos de higiene".
La madre de William, furiosa, le ha preguntado al responsable cuantos de sus clientes "normales" sabía con seguridad que se habían lavado las manos antes de tocar jaleas y consumir los crepe. Pero la polémica ha continuado también después que mamá Alexis y William han dejado el negocio. Después de la publicación de un posteo de quejas sobre Facebook, el mensaje de Alexis se volvió poco a poco viral, generando vergüenza e indignación por el gesto cruel del responsable.
William había entendido cual era el problema, tanto que las veces siguientes en que ha salido para comer con sus padres, ha insistido en querer sentarse sobre la silla en vez de la mesa.
La lección de Alexis frente a la cadena IHOP (International House of Pancakes) no ha tardado en tener sus frutos: la cadena se ha empeñado a no tomar más a la ligera situaciones de este tipo, demostrar humanidad e instruir mucho mejor a los propios empleados para hacer en modo que una historia de discapacidad como aquella del pobre William no venga jamás puesta en segundo plano.
Hasta que todos, pero exactamente todos, puedan disfrutar sus pequeños momentos de alegría y serenidad sin avergonzarse frente a los demás.