No obstante los lamentos de los clientes, un propietario de un restaurant decide de no alejar a la niña autista que gritaba en el local
Cada día por la calles, sobre los medios públicos, en los bares, en los restaurantes y en muchos otros lugares, las personas se cruzaban y con una sola mirada superficial tienen a menudo la presunción de haber entendido todo de aquellos que están alrededor.
La realidad, sin embargo, a menudo va mucho más allá de aquello que se puede descifrar con una sola mirada. Se necesitaría no juzgar y recordarse que detrás de cada fachada existe una historia exactamente como aquella de quien con su limitado punto de vista, pretende respeto pero no concede otro tanto.
via Autism Awareness
Una lección que ha sido aprendida a la perfección por Tony Posnanski, titular de un restaurant de mas de 15 años, acostumbrado a interactuar con todo tipo de personas y a asistir, en el curso del tiempo, a todas las situaciones posibles.
Un día, algunos clientes se han lamentado a causa de una niña que no dejaba de gritar, así Tony se ha acercado para pedir a la madre de controlar a la pequeña. La madre, sin embargo, le ha respondido: "¿tiene idea de que cosa quiere decir tener una hija autista?"
Aquel episodio ha afectado profundamente a Posnanski, que sobre la página web ha comentado lo ocurrido dedicando una carta cordial a aquella mujer desconocida y a su niña.
"Querida mamá e hija de la mesa 9, me llamo Tony Posnanski, gerente del restaurante donde hace algunas noches atrás estaban cenando. Algunas persona me han pedido de acercarme a ustedes porque estaban molestas por la jovencita que hacía ruido. Ella me ha pedido si sabía que cosa significaba tener una hija autista. La verdad es que no lo sé, pero sé que cosa quiere decir ser padre y hacer cada sacrificio por los propios hijos".
"He escrito este mensaje- continuaba Tony en su carta - porque quiero agradecer ya sea a ella que a la pequeña por haberme regalado una de las mejores experiencias de mi larga carrera laboral. Aquella noche he preferido no hacerlas cambiar de lugar, incluso si esto ha querido decir no agradarle a algunos clientes. Lo he hecho porque he entendido que no se puede hacer felices a todos, especialmente cuando se trata de hacer la cosa correcta, pero que se necesita siempre complacer al propio corazón. Con afecto, Tony Posnanski".