La sal caliente: el eficaz remedio de la abuela usado para calmar las molestias de la cervical
Un trastorno muy difundido en toda la población, incluso entre sujetos relativamente jóvenes, es la llamada "cervical". Con este término extremadamente común se entiende la inflamación o la contractura de vértebras, nervios o músculos del cuello, técnicamente denominado columna cervical.
Con la estación más fría, este malestar tiende a presentarse más fácilmente y con mayor frecuencia. Pero existe un sistema muy eficaz, totalmente natural.
via Divine-clean
Para tener alivio de tortícolis, dolor de dientes, resfríos y de hecho bronquitis, se necesita sacar el polvo a un viejo remedio de la abuela, queremos decir utilizar la sal caliente. Considerando que se trata de un ingrediente que es todo menos sintético, mejor apuntar sobre aquella de calidad. Se sugiere de usar la marina integral o la sal del Himalaya, variedad de alto contenido vitamínico que aportan efectos beneficiosos al organismo.
Para preparar la envoltura, se necesita tomar una dosis adecuada de sal y hacerla calentar en el sartén (en alternativa también en el horno a microondas). Para entender si está pronto basta esperar que los granos comiencen a saltar por el calor.
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Una vez sacado del fuego es el momento de tirar la sal en una bolsa, preferiblemente hecha de fibras como lana, cáñamo, algodón o lino. A este punto, no queda que posicionar la envoltura sobre la zona a tratar y tenerla por algunos minutos hasta que se perciba el calor.
Para potenciar el efecto de la envolcura, es posible también llegar a las sales balsámicas y perfumadas. La lavanda, por ejemplo, resulta óptima justamente para la cervical. El espino es excelente para el dolor de cabeza mientras el tomillo, eucaliptus y la menta son indicados para afecciones del aparato respiratorio como bronquitis y catarro.
La sal caliente es uno de aquellos remedios naturales y "a la antigua" que pueden de verdad volverse útiles en casos como aquellos descriptos. Incluso, les recordamos que los consejos reportados en este artículo son de naturaleza genérica y tienen un objetivo de divulgación. En ningún caso, entonces, sustituyen el parecer de un médico, que es siempre oportuno consultar en caso de persistencia o empeoramientos de los síntomas.
