En las escuelas danesas se enseña la empatía: los niños aprenden a amar, reir y ayudar a los otros

por Patricia Zorzenon

11 Noviembre 2019

En las escuelas danesas se enseña la empatía: los niños aprenden a amar, reir y ayudar a los otros
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En un mundo en que los padres logran siempre con más dificultad ejercitar su paternidad sobre los hijos, cómplice son los tiempos frenéticos que quitan tiempo y tranquilidad para dedicar a la educación, Dinamarca continúa a ser el país más feliz incluso por lo que respecta la calidad de la relación niño-adulto.

Aquí una de las materias escolares más importantes no son las matemáticas, ni geografía: es la empatía, la capacidad de cuidar al otro, donde los niños son "adiestrados" desde pequeños.

via The Atlantic

pixabay

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En Dinamarca, la base de una sociedad equilibrada, compuesta de individuos serenos consigo mismos y con los demás, está la empatía: un término demasiado utilizado en los últimos tiempos, de la cual quizás se ha olvidado su significado más simple. Saber cuidar del otro, comprendiendo sus emociones.

Aquello que parecería algo de nada, es en realidad un valor muy raro: es por eso que Dinamarca ha querido centralizar los primeros años de escuela, y en general el entero camino de estudio, sobre el desarrollo de la empatía de parte de los jóvenes.

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Petras Gagilas/Flickr

Petras Gagilas/Flickr

En Dinamarca psicólogos y maestros han encontrado el método para enseñar a los niños la empatía, a la par de las otras materias: para comprender y respetar las emociones de los demás, se necesita antes conocer e identificar las propias.

Ejercicios como dar una nota de 1 a 10 para expresar la intensidad de una emoción que se siente, o dar un nombre a las expresiones faciales dibujadas sobre una hoja, sirven a enseñar a tomar conciencia de las diferentes emociones.

Una vez aprendido como reconocer aquello que se siente y en un segundo momento, a describirlo con palabras, se vuelve mucho más simple reconocer las emociones y los estados de ánimo de los demás.

Stefan Schmitz/Flickr

Stefan Schmitz/Flickr

Fundamentalmente en el acercamiento de la empatía está la cooperación entre niños: en las escuelas danesas se da el ejemplo de como un niño hiperactivo y uno sedentario pueden encontrar beneficio en transcurrir el tiempo juntos, así como uno es muy bueno en matemática, es útil que estudie junto a uno excelente en geografía. La diversidad es motivo de mejoramiento, no de división.

Acostumbrar a los niños a aceptar los propios estados de ánimo, a conocer las propias emociones y a aceptar con igualdad respecto a aquellas de los demás es una premisa para formar una sociedad equilibrada: no hacerlo significa incentivar fenómenos dramáticos como el bullismo, que no por caso desgarra donde el foco del método escolar es premiar a los mejores, menoscabando a todos los demás.

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