Una niña de 6 años se dibuja los puntitos de la varicela con el marcador indeleble para no ir a la escuela
Muchos niños comienzan la propia carrera escolar llenos de alegría y curiosidad hacia aquello que parecería ser justamente una bella y nueva aventura - tantos otros, sin embargo, se cansan muy pronto de esta novedad y con tal de quedarse en casa jugarían con cartas falsas. ¿A quién no le ha sucedido alguna vez de fingir un resfrío o un dolor de panza, con tal de convencer a mamá y papá para no ir a la escuela? Sin embargo, esta niña de 6 años, Lily Schooley, ha ido un poco más allá de las insólitas excusas, demostrando de ser ya una verdadera "maestra del engaño".
via The Sun
La pequeña Lily de Saint Austell, en Cornovaglia (UK) es una niña muy despierta y atenta observadora. En su clase había notado diferentes ausencias, porque muchos niños estaban obligados a quedarse en casa por culpa de la varicela. "¿Será quizás esta la solución para no ir a la escuela?" habrá pensado Lily. Una vez en casa, la pequeña ha pensado en su plan: habría engañado a sus padres fingiendo de tener varicela, así no iría a la escuela. ¿Su única equivocación? ¡Haber utilizado un marcador indeleble!
La madre de Lily, Charlotte, ha explicado que su hija tenía una tarea en clase al día siguiente en que se ha presentado cubierta de puntitos rojos, y es por este motivo que no quería absolutamente poner un pie en la escuela. Luego de haber tomado prestado un marcador rojo "para hacer las tareas", la pequeña ha desaparecido y volvió poco después con la mamá, lamentándose a causa de una repentina erupción - "Creo que tengo varicela, mamá, no puedo ir a la escuela mañana".
Ambos padres de Lily se dieron cuenta de inmediato del desastre que la pequeña estaba haciendo, pero sin alarmarse demasiado han hecho todo para seguirle el juego: "Bien tesoro, debemos llevarte de inmediato al médico". Sintiéndo aquellas palabras, Lily ha intentado rapidamente de quitarse aquellos puntitos rojos falsos que se había dibujado con el marcador sobre todo el cuerpo, pero no había considerado el hecho de haber usado un marcador indeleble. También con la ayuda de la mamá, del jabón y del alcohol, aquellos puntitos no se fueron de inmediato y Lily ha sido obligada a ir a la escuela al día siguiente, mostrando a todos aquel desastre incómoda. Para ella ha sido duro explicar a todos sus compañeros que no era contagioso y que podrían quedarse cerca.
¡Esta pequeña peste seguramente ha aprendido la lección!
