Con una angustiosa carta, esta mujer de 90 años ha pedido a una vecina desconocida de ser su amiga
La vejez, para muchas personas, es un momento de verdad duro de afrontar. A causa de motivos más dispares, superada una cierta edad nos podemos encontrar solos, sin ninguno que cuide de nosotros. Por esto, en giro por el mundo no faltan desgraciadamente, los casos de gente que se encuentra en tener que vivir su tercera edad en un estado de aislamiento y abandono.
Y ello es particularmente dañino para la emotividad de los ancianos en cuestión, que quizás van en busca de apoyo psicológico o incluso solo de un modo para superar con menos tristeza sus días. El gesto de Wanda, una mujer estadounidense de 90 años de Missouri, ha sido emblemático respecto a esto y ha hecho emocionar a muchísimas personas.
via CBS News
Llegada a la venerada edad de 90 años, Wanda exactamente no soportaba más estar sola. Los hijos vivían todos lejos de ella y en su barrio no conocía ninguno con el cual poder intercambiar dos palabras en compañía. Así fue, que ha decidido de tomar papel y lápiz y escribir un angustiante mensaje a sus vecinos, personas que no había jamás tenido la ocasión de conocer.
"Señora(?) ¿Quisiera ser mi amiga? Tengo 90 años y vivo sola, todos mis amigos se han muerto. Sufro mucho la soledad y estoy asustada. Por favor, tengo necesidad de alguien cerca".
No es difícil imaginar como ha roto el corazón estas lineas dirigida a quién las ha leído. La mujer en cuestión, Marlene Brooks, ha quedado impactada por una ola de tristeza y conmoción. Así que, ha decidido de compartir la carta de la anciana señora, haciendo conocer esta historia y ha actuado concretamente para poner fin a los días solitarios de Wanda.
Marlene y su hija, de inmediato, han ido a hacerle visita a Wanda, ofreciéndole biscochos para celebrar la nueva amistad. Las dos han comenzado a conocerse y la vecina ha entendido que la anciana se encontraba de verdad en condiciones difíciles. Además de serios problemas de salud, en soledad y la pérdida de uno de los hijos, de hecho, muchos de sus amigos fueron gradualmente desapareciendo, con los tristes resultados que la habían obligado a salir de su zona de confort para hacer nuevas amistades.
Y Wanda ha apreciado muchísimo la apertura mostrada por Marlene. Le ha bastado de verdad poco para experimentar un cambio radical a su días. El aislamiento social, de hecho, es un riesgo para muchísimos ancianos y por esto es importante buscar siempre de buscar cuidar a quien tiene necesidad solo de consideración.
Una persona más grande que nosotros, en el fondo, puede tener mucho que enseñarnos. No obstante podremos pensar que no hayan muchas cosas en común, la realidad es que podemos hacer grandes cosas para asistir a los ancianos, incluso solo con nuestra presencia con alguna palabra de intercambio.