Esta mujer ha transcurrido la noche con el perro moribundo, consolándolo en sus últimos momentos
La vida con un perro o un gato, lamentablemente, no está hecha solo de momentos felices, de juegos despreocupados, de mimos y tranquilidad. También nuestros amigos de cuatro patas, exactamente como nosotros, pueden enfermarse y llegar tristemente a condiciones de salud críticas. Para un propietario, estos son momentos que no se olvidarán tan pronto.
En contextos del género, un humano ha estado cerca de su animal sabe cuanto es importante darle alivio, seguridad, afecto y calor hasta el final. Y es exactamente aquello que ha decidido de hacer la mujer protagonista de nuestra historia, con un gesto que ha hecho conmover a muchísimas personas.
via The Dodo
Se llama Janine Guido, vive en Filadelfia en Pennsylvania y trabaja para una organización humanitaria llamada Speranza Animal Rescue, que se ocupa exactamente de animales salvados de la vida en la calle. Entre las tantas criaturas desafortunadas hospedadas en el refugio, Janine ha sido particularmente afectada por un pitbull, bautizado Watson, donde las condiciones de salud no eran de seguro las mejores.
El perro, de hecho, estaba afectado por un cáncer en la columna y los veterinarios, después de un exámen profundo, han llegado a la conclución que, para él, no había grandes expectativas de vida. La patología tumoral se encontraba en una etapa totalmente avanzada que el tratamiento habría podido hacer muy poco para salvarlo.
Así, después de algunos días juntos, las condiciones de Watson se agravaron posteriormente y Janine, sin pensarlo dos veces, ha decidido de asistirlo hasta el final, en un momento seguramente de gran dificultad para el perro. La mujer, entonces, recoge mantas y almohadones, no ha hecho otra cosa que tirarse cerca del pobre animal para transcurrir la noche junto a él.
Un gesto simple, pero de enorme significado. El perro, seguramente, ha entendido que allí a su lado estaba una amiga humana que, con todo su afecto, ha buscado de consolarlo. Se ha acurrucado cerca de Janne y se durmió, hasta la mañana siguiente, cuando su físico no ha reaccionado y Watson murió.
Una historia triste, sin dudas, pero al mismo tiempo emocionante y que deja un destello de felicidad. En medio de tanto dolor, este perro ha logrado vivir sus últimas horas amado y protegido, exactamente como habría debido ser durante su vida.