Los pacientes de este médico pagan visitas, tratamientos y medicamentos solo si pueden permitírselo
Para quien no vive en condiciones económicas favorables, cada aspecto de la vida cotidiana puede representar un problema. No todos son tan afortunados de poderse permitir de comprar los alimentos cada día, de tener un guardarropa decente o de hecho, de sanarse. Lamentablemente, de hecho, los cuidados son a menudo sujetos al aspecto económico, que puede de verdad determinar una gran diferencia entre la salud y la enfermedad.
El médico portugués del cual estamos por hablarles, de hecho, ha decidido de dar una señal fuertísima en este sentido, adoptando un modo de trabajar que realmente hace de todo a aquellos que lo necesitan.
via News24
Se llama Paulo de Valdoleiros y vive en Blomfontein, en Sudáfrica. Para él, la profesión médica es una verdadera y propia vocación, una razón de vida y un modo para contribuir a dar una mano en concreto a la sociedad. Por esto, en su óptica, el dinero no debería nunca tener un peso determinante en la cura de las personas, ni mucho menos debería marcan un hito entre la vida y la muerte.
Siguiendo estos principios, Paulo ha decidido de ofrecer asistencia médica basándose en donaciones voluntarias de sus pacientes. Los tratamientos, las visitas y los medicamentos, para quién vaya a Valdoleiros, pueden ser pagados en base a aquello que cada uno pueda permitirse.
El doctor portugués, de ese modo, ofrece atención de calidad y al mismo tiempo accesibles a todos, teniendo siempre presente sus orígenes humildes y la realidad de muchísimas personas que, por pobreza, son rechazados de los hospitales y no pueden curarse. Quien tiene necesidad de una consulta con él, además, puede dirigirse a su estudio sin la necesidad de pedir un turno, en modo de estar siempre disponible para los pacientes, especialmente en casos de urgencia.
Un trabajo simple pero casi heroico, que demuestra como es posible efectuar una profesión importante como aquella médica poniendo a las personas al centro de todo. Quien no está bien, de hecho, está primero todavía que un "cliente pago", un ser humano que sufre. Además de las dificultades económicas, el hecho de poder pagar tanto como sea posible es realmente un servicio que honra al doctor de Valdoleiros.
El ejemplo de este doctor, sin embargo, debería ser seguido de muchos otros médicos y merece seguro un gran aplauso, porque demuestra, día tras día, que todos pueden tener dignidad y estar en salud, independientemente del rédico o clase social. En el fondo, basta poner en práctica humanidad y empatía.