Sufro de ansiedad, entonces te ruego: deja de decir siempre que debo calmarme

por Patricia Zorzenon

28 Noviembre 2019

Sufro de ansiedad, entonces te ruego: deja de decir siempre que debo calmarme
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Muchos todavía creen que quien sufre de ansiedad o depresión puede tener la capacidad de un día al otro de tomar con las propias manos la propia situación de malestar, levantarse de la cama, beber un café y volver a comenzar con una carga más que quizás el día antes no tenía. Lamentamos decirles que no es exactamente así: quien sufre de ansiedad o convive todos los días no elige voluntariamente de estar bloqueado en aquella situación psicológica; la ansiedad es una jaula de la cual es difícil deslizarse en las rejas y escabullirse fuera.

via Psychology Today

Pexels

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Algunos días, pensamos que todo este peso, todo este sufrimiento de la mente pasará, que será más fácil de aquello que parece poder afrontar la ansiedad cuerpo a cuerpo y de desafiarla de una vez por todas; están esos días afortunados en donde parece que aquel espectro, aquella sombra obligatoria sea lejana, incluso la ansiedad está siempre detrás de la esquina, cuando menos lo esperamos.

Si la gente nos dice impasiblemente "relájate, cálmate", está no solo disminuyendo nuestro estado de ánimo, sino no está mínimamente tomando en seria consideración nuestra patología mental. La ansiedad y la depresión no son como un resfrío que pasa con un antibiótico, entonces dejen de decirnos de relajarnos, de sonreír siempre, incluso cuando no queremos o no podemos.

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Andrew Imanaka/Flickr

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Las personas que nos rodean no podrán jamás saber que cosa se siente en sufrir de ansiedad si no es estando en nuestro lugar; aquello que todos deberíamos meternos en la cabeza es que la ansiedad es una enfermedad mental, la depresión incluso es una enfermedad mental, no un punto de vista temporal sobre la realidad que nos rodea.

Y finalmente entonces: dejemos entonces de no dar el justo peso a quien está probando a quienes nos estan pidiendo ayuda, tendamos aquella mano empática y comprensiva hacia quien vive esta condición por la cual cada día es una contínua lucha contra si mismo. Podremos salvarles la vida.

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