Una mujer ha prohibido a la suegra fumadora de tocar a la hija antes de cambiarse la ropa y lavarse las manos

por Patricia Zorzenon

02 Diciembre 2019

Una mujer ha prohibido a la suegra fumadora de tocar a la hija antes de cambiarse la ropa y lavarse las manos
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Poco antes del nacimiento de un niño puede ocurrir que la mamá sufre por una manía de limpiar la casa, para hacer que el "nido" que el lugar del pequeño sea seguro y perfecto en cada parte suya. En esta fase puede ocurrir incluso de cambiar costumbres y de dar un corte a aquellas nocivas, como el vicio del humo en casa.

Respecto al propio vicio de fumar la discusión entre una mujer y su suegra, ha terminado sobre la web en el momento en que la mujer ha pedido el parecer si ha actuado bien o no: en detalle, la futura mamá ha pretendido que la suegra, una fumadora crónica, se lavara las manos y se cambiara la ropa antes de alzar a la nieta neonata. ¿Un pedido razonable o absurdo?

via slate.com

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Una mujer ha pedido a los usuarios de un forum un parecer sobre una situación que le ha ocurrido: mamá de poquísimos días, ha pretendido que la suegra se cambiara la ropa y se lavara cuidadosamente las manos antes de alzar en brazos a la nieta. Esto porque, dicho por la mujer, la señora es una fumadora crónica.

Desde hace algún tiempo se habla del humo de tercera mano, además a aquel pasivo: este último se refiere al humo inhalado de alguien que se encuentra cercano, mientras aquel de tercera mano es aquel que se respira de la ropa y de la piel de un fumador, incluso si no se encuentra directamente con un cigarrillo encendido. Este tipo de humo es altamente nocivo sobre todo para los neonatos, al punto que se registra entre las causas de muertes en la cuna.

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Una buena costumbre es aquella de pedir a los fumadores de no fumar de inmediato antes de entrar en contacto con un neonato y de llegar de visita con la ropa limpia. Por cuanto sea razonable todo esto, la historia de la mujer ha dividido la web: hay quien considera absurdo pedir una cosa semejante a la abuela y en vez quien sostiene que la mamá puede pedir cualquier cosa si piensa que ello puede hacer bien a la hija.

Hay también quien ha evidenciado como el humo de tercera mano sea casi imposible de evitar cuando el fumador es un pariente estrecho: cuando la mujer vaya a encontrar a la suegra en la casa con la hija, será de verdad difícil sacar las telas del diván, alfombras y el aire mismo de la casa impregnado de humo.

La cuestión queda abierta:¿ ha hecho bien o mal en pedir a la suegra de cambiarse la ropa y de lavarse las manos antes de tocar a la nieta?

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